Pacto de Rizwan
El Pacto de Rizwan, (en árabe: بيعة الرضوان) También conocido como "Bai'at al-Shayara" (en árabe: بيعة الشجرة ) fue un juramento de lealtad que algunos Sahabas hicieron con el Profeta Muhammad (PBD) en el sexto año de la hégira, antes del Tratado de Paz de Hudaybiyya. La aleya 18 de la sura al-Fath, se refiere a este evento, y el título " Pacto de Rizwan" proviene de este versículo. En esta aleya se declara que Dios estaba contento con los creyentes que juraron lealtad al Profeta Muhammad (PBD).
Según los sunitas, la satisfacción divina mencionada en esta aleya es incondicional y general. En otras palabras, ellos creen que según esta aleya, Dios siempre estará contento con aquellos compañeros que estuvieron presentes en este compromiso, a pesar de que cometieran pecados o faltas. Sin embargo, los shiítas sostienen que en primer lugar, la satisfacción divina expresada en este versículo del Corán, es exclusiva de los creyentes, es decir, aquellos que tuvieron fe verdadera y mantuvieron su fe hasta su muerte. En segundo lugar, esta aleya habla de la satisfacción divina con respecto a un acto específico en un evento específico, no con respecto a todo lo que hicieron aquellos compañeros durante toda su vida.
En el Corán
Este evento es mencionado en el Corán en la aleya 18 de la Sura al-Fath. Los títulos "Pacto de Rizwan" y "Pacto de Shayara" provienen del mismo versículo.
- “Ciertamente, Dios quedó satisfecho de los creyentes cuando te juraron lealtad bajo el árbol, pues sabía lo que había en sus corazones. Por ello, hizo descender la tranquilidad sobre ellos y les favoreció con una victoria cercana.” (Corán 48:18)
Historia
Tratado de paz de Hudaibiyya
En el sexto año de la hégira, el Profeta (PBD) y un grupo de Sahaba cuyo número fue de 1400 a 1600, salieron de Medina para visitar la Ka'ba y realizar los rituales de 'Umra.[1] Cuando llegaron a Hudaybiyya, un pueblo cerca de La Meca, los politeístas les bloquearon el paso y les impidieron ir a La Meca.[2]
El Profeta (PBD) le dijo a un hombre llamado Jarash que montase su camello y lo envió a La Meca para decirles a los jefes de la ciudad que los musulmanes no estaban allí para luchar; sino para visitar la Ka'ba y luego regresar a casa. Sin embargo, la gente de La Meca mató al camello del Profeta (PBD) y algunos de ellos querían matar a Jarash, pero otros no les permitieron hacerlo, y lo dejaron regresar ante el Profeta (PBD).[3]
El Profeta (PBD) envió a 'Uzman Ibn 'Affan ante ellos y como tardó mucho tiempo en regresar, algunos difundieron un rumor de que la gente de La Meca había matado a 'Uzman.[4] Cuando se difundió este rumor, el Profeta (PBD) se reunió con sus Compañeros y le juraron con sus vidas. El juramento se hizo debajo de un árbol. Así, este juramento llegó a ser conocido como el pacto de Shayara (Juramento del Árbol).[5]
Más tarde los compañeros del Profeta (PBD) se informaron que 'Uzman no fue asesinado, y los emisarios de la gente de La Meca firmaron un tratado de paz con el Profeta (PBD) en Hudaybiyya. En este tratado se acordó que los musulmanes regresaran a casa aquel año, y que podrían visitar La Meca el próximo año.
Juramento de Rizwan
Después de que 'Uzman fue a la Meca y no envió ninguna noticia al Profeta (PBD), algunos compañeros del Profeta (PBD) pensaron que él fue asesinado. Cuando este rumor se difundió entre los musulmanes, el Profeta (PBD) mientras que estaba debajo de un árbol, convocó a sus compañeros para que le jurasen lealtad. [6]
Yabir Ibn 'Abd Allah al-Ansari narra que la primera persona que le juró lealtad al Profeta (PBD) fue el Imam 'Ali (P), y luego Abu Sinan 'Abd Allah Ibn Wahab al-Asadi, y luego Salman al-Farsi.[7] Se ha narrado que 'Umar fue la última persona que le juró lealtad al Profeta (PBD), después de que vio que todos expresaron su lealtad.[8] De las personas que estuvieron presentes en este evento, Yadd Ibn Qays fue la única persona que se escondió detrás de su camello y no juró lealtad al Profeta (PBD).[9]
Contenido del pacto y sus resultados
Los compañeros del Profeta (PBD) se comprometieron a no dejar al Profeta (PBD) contra las posibles acciones de Quraysh y resistir contra sus posibles ataques. [10] Probablemente el Profeta (PBD) había tenido la intención de evitar cualquier fuga de sus compañeros, como lo que sucedió en la Batalla de Uhud donde Umar y otros compañeros del Profeta (PBD) huyeron del campo de batalla cuando escucharon el rumor del asesinato del Profeta (PBD). [11]
El plan oportuno del Profeta (PBD) para unificar a sus compañeros para resistir cualquier posible amenaza por parte de los Quraysh y tal vez para evitar la repetición de la amarga experiencia de la Batalla de Uhud donde algunos escaparon de la batalla, fue muy exitoso. Cuando se difundió la noticia sobre este pacto, los politeístas se asustaron y trataron de llegar a un acuerdo con los musulmanes, así que enviaron a algunos representantes para negociar con el Profeta (PBD). La historia terminó con el Tratado de Paz de Hudaybiyya.[12]
Diferentes puntos de vista sobre los participantes en este evento
Algunos eruditos sunitas han apelado a algunos hadices no confiables para demostrar que la satisfacción divina en este versículo del Corán es sin condición y eterna. Ellos creen que estas personas son las mejores personas en la Tierra, y nunca entrarán al Infierno.[13]
Según los estudiosos shiítas, la satisfacción divina mencionada en este versículo se debe al autosacrificio y compromiso de los creyentes que estaban presentes en este evento. Esta satisfacción estaba sujeta a la condición de que los participantes mantuvieran su fe hasta el final de su vida y que siguieran obedeciendo al Profeta (PBD). Sin embargo, como se ha registrado en la historia, algunos de los participantes en este evento se desviaron del camino del Profeta (PBD) y algunos de ellos no eran creyentes verdaderos, sino hipócritas entre los musulmanes.
Según el Sheij Tusi, Dios estaba satisfecho con las personas que le juraron lealtad al Profeta (PBD) y eran creyentes en aquel momento, pero algunos de ellos que rompieron su juramento y se desviaron ya no estaban sujetos a la satisfacción divina.[14] [15]
De acuerdo con el Corán 48: 10, jurar lealtad al Profeta (PBD) es jurar lealtad a Dios. Sin embargo, en el siguiente versículo se menciona la gran pérdida para las personas que rompen sus promesas, y considera que las recompensas más grandes pertenecen solo a personas que siguen siendo leales al Profeta (PBD).
- “En verdad, quienes te juran lealtad, a Dios le juran lealtad. La mano de Dios está sobre sus manos. Así pues, quien rompe su juramento lo rompe en su propio detrimento y a quien es fiel a la promesa que ha hecho a Dios, Él pronto le otorgará una enorme recompensa.” (Corán, 48: 10)
Ibn Hayar al-'Asqalani, un destacado erudito sunita, cita a 'Ala' Ibn Musayyib citando a su padre diciendo:
- Me encontré con Bara' Ibn 'Azib (uno de los participantes en el pacto de Rizwan) y le dije: "¡Bien por ti! Estabas con el Profeta (PBD) y le juraste lealtad a él debajo del árbol". Pero él me dijo: "¡Oh, hijo de mi hermano! ¡No sabes qué (cosas malas) hicimos después de eso!"[16]
Según la aleya 10 de la Sura al-Fath, la satisfacción de Dios es para aquellos que quedaron leales y obedientes al Profeta (PBD), sin embargo, entre los hombre que le juraron lealtad al Profeta (PBD) algunos le objetaron a él inmediatamente cuando el Profeta estableció el pacto de paz de Hudaibiya.
Después del tratado de paz de Hudaibiya, Umar Ibn Jattab objetó la decisión del Profeta (PBD) diciéndole “¿Por qué volvemos a Medina siento débiles y humillados? ¿Por qué volvemos sin que Dios hubiese juzgado entre nosotros y los politeístas?”
Se ha narrado que el Profeta (PBD) le dijo: “¡hijo de Jattab! yo soy Enviado de Dios, y Él nunca me humilla.”
Sin embargo, 'Umar no estaba contento con la respuesta del Profeta (PBD) y salió de su presencia estando descontento y enojado.[17]
Construcción de una mezquita
El árbol debajo del cual ocurrió el pacto de Rizwan, fue cortado por la orden de Umar Ibn Jattab, el segundo califa sunita, ya que a él no le gustaba que los musulmanes buscasen Tabarruk y bendición en aquel árbol.[18] Sin embargo, más tarde, se construyó una mezquita en el lugar donde se hizo el pacto. En la actualidad solo han quedado unas ruinas de esta mezquita.[19]
Referencias
- ↑ Ibn Sa’d, tomo.2, p. 95; Tabari, p. 620-621; Abu Futuh Razi, tomo. 17, p. 337
- ↑ Yaqut Hamawi, tomo.2, p. 222
- ↑ Ibn Sa’d, tomo.2, p. 95-97; Ibn Hisam, Tomo.2, p. 781-782; Tabari, tomo.2, pp. 631-632; Hasan Ibrahim Hasan, tomo.1, p. 127; Abu Futuh Razi, tomo.17, pp.336-337
- ↑ Jami 'al-Bayan, tomo.26, p. 111
- ↑ al-Sirah al-Nabawiyah, tomo.3, p. 315; Jami 'al-Bayan, tomo.26, p. 111
- ↑ Jami 'al-Bayan, tomo.26, p. 111
- ↑ al-Sirah al-Nabawiyah, tomo.3, p. 315
- ↑ Fathu al-Bari, JDD. 7, p. 579
- ↑ Jami 'al-Bayan, tomo.26, p. 112; al-Takmil wa al-Itmam, pág. 389
- ↑ Jami 'al-Bayan, tomo.26, p. 110
- ↑ Tabari, Jami’ al-Bayan, tomo 7, p. 327 ; As-Suyuti, Jami’ al-Ahadiz, tomo 14, p. 529
- ↑ Ruh al-Ma'ani, tomo.26, p. 162; al-Maghazi, tomo.2, p. 604
- ↑ Sahih al-Bujari, JDD. 5, p. 75; Fathu al-Bari, tomo.7, p. 562; al-dur al-mantsur, tomo. 7, p. 523
- ↑ al-Tibyan, tomo.9, p. 328
- ↑ Bihar al-Anwar, tomo. 38, p. 218-220
- ↑ Fathu al-Bari, tomo.7, p. 571
- ↑ Jami 'al-Bayan, tomo.26, p.45
- ↑ Salihi Dimashqi, Subul al-Huda wa al-Rasad, tomo.5, pág. 76
- ↑ Ibn Sa’d, tomo.2, pp. 99-101
Bibliografía
- Sagrado Corán.
- Abu Futuh al-Razi, Husayn Ibn Ali. Raudhu al-Jinan wa Ruhu al-Jinan fi Tafsir al-Corán. Impresión de Muhammad Ja'far Yahiqi y Muhammad Mahdi Nasih. Mashad: 1416 H.
- Hasan Ibrahim Hasan. Tarij Islam: al-Siyayasi wa al-Dini wa al-Tsaqafi wa al-Ijtima'i ". El Cairo: 1964.
- Ibn Hisam. Al-Sirah al-Nabawiyah. Editado por Suhail Zakkar. Beirut: 1412 H.
- Ibn Sa’d. Al-Tabaqat al-Kubra. Beirut: 1405 H.
- Tabari, Muhammad bin Jarir. Tarij al-Umam wa al-Muluk (Tarij al-Tabari). Beirut: 1962-1967.
- Tabari, Muhammad Yarir, Jami' al-Bayan 'an Ta'wil Ay Al-Qur'an, Muassasah al-Risalah, 1420 H.
- Yaqut al-Hamawi. Mu'jam al-Buldan. Fardinand 1866-1873, Teherán 1965.
Las traducciones de las aleyas del Corán usadas en este artículo son propias del traductor y no tienen la misma exactitud del texto original del Sagrado Corán. |