Aleya de la Qaiba

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La aleya de la Qaiba (em árabe: آية الغِيبة)(literalmente: el versículo del chisme) es la aleya 12 de la Sura Huyurat que declara la prohibición de la Qaiba. En este versículo, hablar mal en ausencia de una persona se compara con comer la carne del hermano muerto, y así como una persona odia comer la carne de su hermano muerto, también debe odiar la Qaiba.

Según algunos exégetas, este versículo fue revelado sobre dos compañeros del Profeta (PBD) que habían chismeado sobre Salman Farsi y Osama Ibn Zayd.

El término "hermano" en este versículo se refiere a los creyentes que son como hermanos en el Islam. Desde el punto de vista de algunos sabios, este versículo indica la prohibición de hablar mal sobre los musulmanes, y no incluye el chisme sobre los incrédulos o incluso los transgresores. Según Makarem Shirazi, basándose en el versículo mencionado, la mala sospecha es el origen del espionaje, y el espionaje provoca la revelación de faltas ocultas y este hecho es una de las causas del chisme; Por esta razón, estas tres cosas están prohibidas en el Islam.

Texto y traducción

El duodécimo versículo de la Sura Al-Huyurat se llama el versículo de la Qaiba:[1]

La interpretación de esta aleya indica que primero el hombre puede estar involucrado en la sospecha, y la sospecha lo lleva a espiar, y el espionaje también termina revelando fallas ocultas de las personas y esta es la fuente del chisme.

Ocasión de Revelación

Esta aleya fue revelada en Medina,[2] y con respecto a la ocasión de su revelación se han narrado dos opiniones:

  • Según Tabarsi (fallecido: 548 H) este versículo fue revelado sobre dos compañeros del Profeta (PBD) que habían chismeado sobre Salman Farsi. Esas dos personas habían enviado a Salman al Profeta (PBD) para que les trajera comida. El Profeta (PBD) envió a Salman ante Osama Ibn Zayd a buscar comida. Osama le dijo a Salman que se había acabado la comida y Salman regresó con las manos vacías. Esas dos personas dijeron que Osama era muy tacaño y con respecto a Salman dijeron “Si lo enviamos al pozo de Samiha (el nombre de un pozo lleno de agua), se secará”. Luego fueron a ver a Osama y preguntarle sobre el asunto. Cuando se encontraron con el Profeta (PBD), él les dijo: “¿Qué os pasó que veo rastros de carne en vuestra boca?” Ambos dijeron: Oh Profeta de Dios (PBD), hoy no comimos carne. El Profeta dijo: “¡Estáis comiendo la carne de Salman y Osama!” Fue entonces que se reveló el versículo de la Qaiba.[3]
  • Se ha narrado en otro informe que este versículo fue revelado sobre uno de los sirvientes del Profeta (PBD) quien, cuando los Compañeros fueron a visitar al Profeta (PBD), les pedía comida y luego les impedía visitar al Profeta (PBD). Por eso algunos compañeros del Profeta (PBD) lo llamaron avaro y entonces, este versículo fue revelado.[4]

Comentarios

El Sagrado Corán ha considerado el chisme como una acción inhumana, y la ha calificado como comer carne de un hermano muerto. Obviamente, el “canibalismo” de esa manera es la acción más repulsiva que puede realizar una persona, y esta interpretación se menciona exclusivamente para este pecado con el fin de mostrar su gravedad.

Con respecto a la interpretación de este versículo, Ibn Abbas dijo: “Así como Dios prohibió la carne de los muertos, también prohibió el chisme.”[5] Según este versículo, la persona que odia comer carne de los muertos, también debe odiar el chisme sobre una persona viva.[6] El primero (es decir, comer a los muertos) va contra la naturaleza humana y el segundo (es decir, el chisme) va contra la razón y la ley de Dios.[7]
Según Al-lame Tabatabai, comer la carne de un hermano que ha muerto es naturalmente algo asqueroso y odiable, y nadie haría tal cosa sin lugar a dudas. Por lo tanto, calumniar a un creyente también debería ser odiado; Porque es como comer la carne de un hermano muerto.[8]

Emam Jomeini dice a este respecto: comer la carne de un hermano muerto es la encarnación del pecado del chisme y en el más allá, este pecado aparecerá de esta manera para aquellos que lo han cometido.[9]

Con respecto a la analogía entre la calumnia y comer la carne de un muerto, se ha dicho que si alguien come la carne de un muerto, el muerto no siente nada, de la misma manera, en el chisme, si se dicen cosas malas a espaldas de alguien, el calumniado no lo siente.[10] Según Al-lame Tabatabai, el término hermano en este versículo se refiere a todos los creyentes, ya que en los versículos anteriores (versículo 10 de Sura Al-Huyurat ), los creyentes son calificados como hermanos entre sí.[11]

El ayatolá Makarem Shirazi, en su libro de Tafsir Nemune, basada en este versículo, considera que las malas sospechas son el origen del espionaje, y el espionaje es la causa de revelar los defectos ocultos de otras personas y revelar los defectos de otras personas es la causa del chisme. Es por lo tanto que el Islam ha prohibido todas etas tres acciones.[12]

En esta aleya, la frase “la mayoría de las sospechas” puede indicar que una gran parte de las sospechas acerca de las personas son negativas y pesimistas y, por lo tanto, el Corán advierte a las personas sobre el gran riesgo que amenaza su seguridad en la mente de los demás, y lo ha introducido como un sitio de afecto general.

Sin embargo, la frase “algunas sospechas son pecado”, tomando en consideración la frase anterior, puede indicar que las sospechas de las personas entre sí, aunque estén basadas parcialmente en la realidad, seguramente una parte de ellas está en contra de la realidad, y es por lo tanto que es considerado como pecado y desobediencia.[13]

La sospecha es la fuente de enemistades y, a veces, es la causa principal de guerras y batallas sangrientas. Hay muchas familias que destruidas por la sospecha y desconfianza, y hay muchos hombres competentes y dignos que son asesinados por sospechas. A veces la sospecha ha prendido la llama de las grandes guerras. .[14]

En la jurisprudencia islámica

En base al versículo de la Qaiba, los sabios han dado algunas fatwas sobre el chisme y la calumnia, algunas de las cuales son las siguientes:

  • Los sabios usan este versículo para declarar la prohibición del chisme y la calumnia.[15] Según Al-lame Tabatabai, la Qaiba es algo que se dice a espaldas de alguien de modo que le molestaría si lo oyera.[16]
  • La Qaiba ha sido considerada uno de los pecados graves debido a su comparación con comer carne muerta.[17]
  • Se Desde el punto de vista de algunos sabios, este versículo indica la prohibición de hablar mal sobre los musulmanes,[18] y no incluye el chisme sobre los incrédulos o incluso los transgresores.[19]
  • Según las fatwas, el chime sobre los transgresores está excluido de la prohibición mencionada en este versículo.[20]

Referencias

  1. Enciclopedia del Instituto de la Jurisprudencia Islámica, Farhang Fiqh Farsi, 1385, vol.1, p.199.
  2. Tabatabai, Al-Mizan, 1390 H, volumen 18, página 305.
  3. Tabarsi, Maymam al-Bayan, 1372, vol.9, p.203.
  4. Ibn Abi Hatam, Tafsir al-Qur’an al-Azim, 1409 H, vol. 10, página 3306.
  5. Ibn Abi Hatam, Tafsir al-Qur’an al-Azim, 1409 H, vol. 10, página 3306.
  6. Tabarsi, Maymam al-Bayan, 1372, vol.9, p.206; Tabarani, al-Tafsir al-Kabir, 2008, vol.6, p.87; Tabatabai, Al-Mizan, 1390 H, volumen 18, página 323.
  7. Tabarsi, Maymam al-Bayan, 1372, vol.9, p.206; Tabarani, al-Tafsir al-Kabir, 2008, vol.6, p.87.
  8. Tabatabai, Al-Mizan, 1390 H, volumen 18, página 324.
  9. Emam Jomeini, Comentario sobre cuarenta hadices, 1380, p.303.
  10. Tabarsi, Maymam al-Bayan, 1372, vol.9, p.206; Tabarani, al-Tafsir al-Kabir, 2008, vol.6, p.87.
  11. Tabatabai, Al-Mizan, 1390 H, volumen 18, página 324.
  12. Makarem Shirazi, Tafsir Nemune, 1371, vol.22, p.184.
  13. Makarem Shirazi, La Vida bajo la Luz de la Ética y Moral, p. 119
  14. Makarem Shirazi, La Vida bajo la Luz de la Ética y Moral, p. 124
  15. Naraqi, Mustanad al-Shia, 1415 H, volumen 14, página 161; Enciclopedia del Instituto de Jurisprudencia Islámica, Farhang Fiqh Farsi, 1385, vol.1, págs. 199 y 200.
  16. Tabatabai, Al-Mizan, 1390 H, volumen 18, página 323.
  17. Shahid Sani, Rasail al-Shahid al-Sani, librería Basirt, página 285; Ardabili, Mayma al-Fa’ida y al-Burhan, 1403 H, volumen 12, página 339; Makarem Shirazi, Tafsir Nemune, 1371, vol.22, p.185.
  18. Ardabili, Mayma al-Fa’ida wa al-Burhan, 1403 H, vol.8, págs.76 y 77; Tabatabaei, Al-Mizan, 1390 H, volumen 18, página 325.
  19. Fazel Kazemi, Masalik al-Afham, 1365, vol.2, págs.416 y 417.
  20. Fazel Kazemi, Masalik al-Afham, 1365, vol.2, p.416.

Bibliografía

  • Ardabili, Ahmad Ibn Muhammad, Mayma al-Fa’ida wa al-Burhan fi Sharh Irshad al-Azhan, Qom, Daftar Entesharat Eslami, primera edición, 1403 H.
  • Emam Jomeini, Sayyed Ruhollah Mousavi, Comentario sobre cuarenta hadices (arba’un Hadiz), Qom, Instituto de Edición y Publicación de las obras de Emam Jomeini, Edición 24, 1380 s.
  • Emam Jomeini, Sayyed Ruhollah Mousavi, Makasib Al-Muharrama, Qom, Instituto de Edición y Publicación de las obras de Emam Jomeini i, primera edición, 1415 H.
  • Fazel Kazemi, Yawad Ibn Saeed, Masalik al-Afham ila Ayat al-Ahkam, investigación y corrección de Mohammad Taqi Kashfi y Mohammad Baqer Sharifzadeh, Teherán, Mortazavi, segunda edición, 1365 s.
  • Ibn Abi Hatam, Abd al-Rahman ibn Muhammad, Tafsir al-Qur'an al-Azim, Riad, Escuela de Nizar Mustafa al-Baz, tercera edición, 1409 H.
  • Instituto de la Enciclopedia de la Jurisprudencia Islámica, Farhamg Fiqh Farsi, bajo la supervisión de Mahmoud Hashemi Shahroudi, Qom, segunda edición, 1385 s.
  • Makarem Shirazi, Nasser, Tafsir Nemune, Teherán, Dar al-Katb al-Islamiya, décima edición, 1371 s.
  • Makarem Shirazi, Naser, Vida bajo la luz de la Ética y Moral, Madrisa Amir al-Mu’minin, Qom, 1399 S.
  • Naraqi, Mul-la Ahmad, Mustanad al-Shia fi Hakam al-Sharia, Qom, Instituto Alul-Bait, primera edición, 1415 H.
  • Shahid Sani, Zain al-Din Ibn Ali, Rasail al-Shahid al-Sani, Qom, Librería Basirt, primera edición.
  • Tabarani, Suleiman Ibn Ahmad, Al-Tafsir al-Kabir (Tafsir al-Qur'an al-Azim), Jordan-Irbad, Dar al-Kitab al-Siqafi, primera edición, 2008.
  • Tabarsi, Fazl Ibn Hassan, Mayma al-Bayan fi Tafsir al-Qur'an, corregido por Fazllullah Yazdi Tabatabai y Hashim Rasouli Mahalati, Teherán, Nasser Josrow, tercera edición, 1372 s.
  • Tabatabai, Sayyed Mohammad Husain, Al-Mizan fi Tafsir al-Qur'an, Beirut, Instituto Al-Alami, segunda edición, 1390 H.