Kazm al-Qaiz

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Kazm al-Qaiz (en árabe: کظم الغیظ) es una de las virtudes morales que consiste en controlar y reprimir la ira. En el versículo 134 de La Sura Ale-Imran, la supresión de la ira es considerada una de las características de las personas justas y piadosas. Según los hadices, obtener esta virtud tiene varias recompensas, entre ellas, la libertad del castigo divino y lograr la complacencia de Dios. Los estudiosos de la ética islámica han dado algunas instrucciones para controlar y reprimir la ira.

El Imam Musa Ibn Ya’far (P), el séptimo Imam Infalible, ha llegado a ser conocido con el apodado de Kazim debido a su capacidad para reprimir su ira.

Significado

El termino árabe “Qaiz” (غیظ) hace referencia a la ira más fuerte, un sentimiento que acelera el corazón del ser humano y lo hace incapaz de tomar decisiones correctas.[1]

El término “Kazm” (کظم) en árabe significa contener la respiración. Kazm al-Qaiz es una expresión en la ética islámica que significa controlar la ira y abstenerse de expresarla[2], y a la persona que tiene tal capacidad se le llama Kazim.[3]

El atributo de Kazm al-Qaiz está relacionado con otras virtudes morales como la tolerancia.[4]

En el Corán y los hadices

En el Corán, la capacidad de controlar y reprimir la ira se ha considerado una de las características de los piadosos.

"Aquellos que reparten sus riquezas en la prosperidad y en la adversidad y aquellos que contienen su ira y perdonan a las personas, pues Dios ama a los que hacen el bien ".[5]

En las narraciones de los Imames (P), contener la ira (Kazm al-Qaiz) ha sido calificado como una virtud moral. En el libro de Kafi, Kulaini ha mencionado 13 narraciones en el capítulo de Kazm al-Qaiz.[6] También, en la súplica de Makarem al-Ajlaq del libro de Sahifa Sayyadiya, Kazam Qaiz se menciona como uno de los atributos de los creyentes.[7]

Efectos

Según los hadices, controlar la ira tiene los siguientes efectos en la vida del ser humano:

  • obtener honor y grandeza,
  • liberación del castigo divino
  • Lograr la complacencia de Dios.[8]

Se ha narrado que el Profeta (PBD) dijo:

"Dios le quitará su castigo a quien controle su ira".[9]

En otro hadiz, el Imam Sayyad (P) dijo:

“Ningún sorbo es más preferido para mí que un sorbo de ira que trago (sin expresarlo) y sin castigar a la otra parte.”.[10]

La filosofía de la ira en la creación del ser humano

Los instintos y los deseos naturales del ser humano en una forma original y equilibrada no son inútiles o perjudiciales, sino que son un medio esencial para la continuación de la vida y la raza humana. Este hecho se entiende de varias narraciones. Por ejemplo, el Imam 'Alí (P) dice en un hadiz:

Dios les otorgó a los ángeles solo el intelecto, sin la lujuria y la ira, y les dio a los animales solo la lujuria y la ira, sin el intelecto, pero honró al ser humano otorgándole todos estas características. Entonces, si su lujuria y su ira son controladas por su intelecto, será superior a los ángeles, porque ha alcanzado tal posición a pesar de tener poderes contrarios.”[11]

En otras palabras, como no existe ningún miembro inútil e inactivo en la estructura del cuerpo humano, cualquier instinto y tendencia en la naturaleza del hombre tiene un papel vital en la estructura de su espíritu y alma, y solo en caso de desviación de la condición normal y perder el equilibrio, aparecerán peligros fatales. Por ejemplo, cuando se transgreden los derechos de una persona; si todos los poderes de reserva de su cuerpo no están excitados y movilizados por la ira; No será tan fácil para el hombre defender sus derechos, mientras que en las condiciones normales no puede utilizar más de una décima parte de sus poderes de reserva. De hecho, cuando la ira se utiliza en para propósito principal, ya será una herramienta poderosa bajo el control del intelecto.

Instrucciones y soluciones para controlar la ira

Los estudiosos de la ética islámica han presentado diferentes instrucciones y soluciones para controlar la ira.[12]

Al respecto, Faiz Kashani sugiere las siguientes acciones para controlar la ira:

  • Prestar atención a las recompensas de la supresión de la ira,
  • Recordar el poder y la ira de Dios,
  • Prestar atención a la fealdad del estado de ira.[13]
  • Refugiarse en Dios de la tentaciones de Satanás,
  • Si la persona enojada está de pie, debe sentarse, y si está sentada, debe recostarse un rato.
  • Realizar la ablución.[14]

Algunos sabios de la ética islámica recomiendan que cuando una persona está enojada, debe realizar uno de los siguientes actos antes de que tome alguna decisión:

De esta manera, la persona tendrá bastante tiempo para calmarse y pensar en las consecuencias de su reacción. En algunos hadices, se ha narrado que el Profeta (PBD) ha dicho que cualquiera que se enoje debe pegar la cara al suelo. Algunos han interpretado este hadiz diciendo que el Profeta ha recomendado realizar una prosternación en este momento.[15] En un hadiz sobre el control de la ira, el Imam Baqir (P) ha dicho que cualquiera que se enoje con una persona, si está de pie, debe sentarse inmediatamente, para que se le quite la inmundicia de Satanás, y quienquiera que esté enojado con sus familiares debe acercarse a él y darle la mano para encontrar la paz.[16]

El Imam Kazim (P) y su control sobre la Ira

El Imam Musa Ibn Ya’far (P) es conocido con el apodo de Kazim.[17] En las fuentes de hadices, hay varias narraciones que informan que el Imam Kazim (P) controlaba su ira contra sus enemigos, incluso contra aquellos que lo insultaban o le hacían daño.[18] Por ejemplo, se ha narrado que un hombre de los descendientes de Umar Ibn Jattab, en presencia del Imam Kazim (P), insultó al Imam 'Ali (P). Los compañeros del Imam (P) querían atacarlo, pero el Imam se lo impidió. Luego fue a la finca de aquel hombre. Cuando el hombre vio al Imam Kazim (P), comenzó a gritar y a quejarse por la presencia del Imam en su finca. El Imam (P) se acercó a él y cortésmente le preguntó cuánto había gastado en sembrar y cultivar la finca. El hombre dijo: ¡100 dinares! Luego preguntó: ¿Cuánto esperaba ganar de este trabajo? El hombre respondió: "200 dinares”.

El Imam le dio 300 dinares y le dijo: “Estos 300 dinares son para ti y la cosecha también será tuya.” Luego fue a la mezquita. El hombre corrió a la mezquita y al ver al Imam Kazim (P) se levantó y leyó este versículo en voz alta:

“Dios sabe mejor a quién otorga Su misión.”[19][20]

Referencias

  1. Raqeb Esfahani, Mufradat, 1412 H, página 619.
  2. Raqeb Esfahani, Mufradat, 1412 H, página 712.
  3. Naraqi, Yami’ Al-Saadat, Instituto Al-Alami para la Prensa, Vol. 1, página 333; Qazali, Ihya’ Ulum al-Din, Dar al-Marafa, volumen 3, página 176.
  4. Naraqi, Yami’ Al-Saadat, Instituto Al-Alami para la Prensa, Vol. 1, página 333; Qazali, Ihya’ Ulum al-Din, Dar al-Marafa, volumen 3, página 176.
  5. ver: La Sura Ale-Imran, versículo 134.
  6. Kulaini, al-Kafi, 1407 H, vol.2, págs. 109-111.
  7. Sahifa Sayyadiyya, la vigésima súplica.
  8. Kulaini, al-Kafi, 1407 H, vol.2, págs. 109-111.
  9. Faiz Kashani, Al-Mahya Al-Baida, Al-Nashr al-Islami , vol.5, págs. 306-307.
  10. Maylisi, Mohammad Baqir, Bihar al-Anwar, Al-Wafa ,Beirut, volumen 47, página 301, Al-Arusi al-Huwaizi, Tafsir Nur al-Zaqalain, volumen 1, página 390.
  11. Naraqi, Yami’ al-Sa’adat, 34/1.
  12. Faiz Kashani, Al-Mahya Al-Baida, Al-Nashr al-Islami , vol.5, págs. 306-307.
  13. Faiz Kashani, Al-Mahya Al-Baida, Al-Nashr al-Islami , vol.5, págs. 306-307.
  14. Faiz Kashani, Al-Mahya Al-Baida, Al-Nashr al-Islami , vol.5, págs. 306-307.
  15. Warram, Maymu’a Warram, 1410 H, vol.1, p.124.
  16. Kulaini, Kafi, 1407 H, vol.2, p.302.
  17. Ibn Asir, Al-Kamel, 1385 H, vol.6, p.164; Ibn Yowzi, Tazkira al-Jawas, 1418 H, página 312, Sheij Saduq, Uyun Ajbar al-Reza, volumen 2, página 103.
  18. Mufid, Al-Irshad, 1413 H, vol.2, p.233; Qurashi, Hayat al-Imam Musa Ibn Ya’far, 1429 H, vol.2, p.162-160.
  19. ver Sura An’am aleya 124.
  20. Baqdadi, Historia de Bagdad, 1417 H, vol.13, p.30.

Bibliografía

  • Safiha Sayyadiya.
  • Baqdadi, Jatib, Historia de Bagdad, investigado por Mustafa Abd al-Qadir Atta, Beirut, Dar al-Kitab al-Alamiya, 1417 H.
  • Faiz Kashani, Mohammad Ibn Mortaza, Al-Mahya Al-Bayda Fi Tahdhib Al-Ahya, Editado por Ali Akbar Qaffari, Qom, Fundación Al-Nashr al-Islami.
  • Ibn Asir, Ali Ibn Muhammad, Al-Kamil fi al-Tarij, Beirut, Dar al-Sadir, 1385 H.
  • Ibn Yowzi, Sibt, Tazkira Al-Jawas, Qom, Sharif Al-Razi, 1418 H.
  • Kulaini, Muhammad Ibn Yaqub, al-Kafi, editado por Ali Akbar Qaffari y Muhammad Ajundi, Teherán, Dar al-Kitab al-Islamiya, 1407 H.
  • Mufid, Muhammad Ibn Nu'man, Al-Irshad, Qom, Congreso del Sheij Mufid, 1413 H.
  • Naraqi, Mohammad Mahdi, Yame’ Al-Saadat, Beirut, Instituto Al-Alami.
  • Qazali, Mohammad Ibn Mohammad, Ihya’ Ulum al-Din, Beirut, Dar al-Marifa.
  • Qurashi, Baqer Sharif, Hayat al-Imam Musa Ibn Ya’far (P), Mehr Deldar, 1429 H.
  • Raqeb Esfahani, Hossein Ibn Muhammad, Mufradat Alfaz Qur'an, editado por Safwan Adnan, Damasco, Dar al-Qalam, 1412 H.
  • Waram, Ibn Abi Firas, Maymu’a Waram, Qom, 1410 H.