Aleya de Istirya'

De wikishia
Descripción de Aleya
Título de la Aleya:Aleya de Istirya’
Nombre de
la sura:
Al-Baqara
Número de
la Aleya:
156
Posición en
el Corán:
2
Causa de
la revelación:
Martirio de Hamza Ibn Abd al-Muttalib o Ya'far Ibn Abi Talib
Tema:Ética moral, creencias
Acerca de:El regreso de todas las almas a Dios
Otros:Tener paciencia en las calamidades

La Aleya de Istirya’ (en árabe: آيَة الاِسترِجَاع ; literalmente: Versículo del retorno) es el versículo 156 de la Sura Al-Baqara que se refiere al regreso de los seres humanos a Dios. Es recomendable recitar este versículo en el momento de las calamidades y dificultades. Los exégetas han considerado este versículo como un signo de aceptación y sumisión ante la voluntad de Dios y la aceptación del Día del Juicio. 'Al-lame Tabatabai dice sobre el significado del versículo que si una persona tiene en cuenta que su alma y todo lo que existe en el universo pertenece a Dios, entonces no se enorgullece por las ganancias mundanas, ni se entristece por lo que pierde en este mundo.

Según las narraciones, el versículo de Istirya’ fue revelado después de que el Imam 'Alí (P) escuchó la noticia del martirio de su tío Hamza o de su hermano Ya’far y dijo:

"A Dios pertenecemos y a Él retornamos".

Según una narración del Imam Sadiq (P), aquel que recita el versículo de Istirya’ en las adversidades tendrá la recompensa del Paraíso. Fazl Ibn Hasan Tabarsi, en su interpretación del versículo de Istirya’, ha mencionado una narración que dice que, Dios compensa los sufrimientos y pérdidas de aquellos que recitan esta aleya y recuerdan que son de Dios y regresan a Él.

Texto y traducción de la Aleya

El versículo 156 de la Sura Al-Bagara, se conoce como el versículo del retorno (Aleya de Istirya’):[1]

Significado e interpretación de la Aleya

Faiz Kashani ha definido el significado de “la calamidad” en este versículo como cualquier cosa que lastime o disguste al creyente.[2] Sheij Tusi, y Fazl Ibn Hasan Tabarsi, han considerado este versículo como un signo de aceptación de la sumisión ante la voluntad de Dios y la aceptación del Día del Juicio.[3]

Se ha narrado una narración del Imam Sadiq (P) según la cual aquellos que mencionan está aleya en el momento de las calamidades y recuerdan el retorno a Dios, son de los cuatro grupos que van al Paraíso.[4]

Al-lame Tabatabai dice sobre el significado del versículo que si una persona tenga en cuenta que su alma y todo lo que existe en el universo pertenece a Dios, entonces no se enorgullece por las ganancias mundanas, ni se entristece por lo que pierde en este mundo..[5] Él narra que su maestro Sayyed 'Ali Qazi recomendaba el método de “quemar el egoísmo” para destruir las pasiones inferiores y carnales. De esta manera, el buscador de Dios sabrá que todo es propiedad absoluta de Dios y este pensamiento hace que “se quemen” todos sus pasiones e intenciones mundanas.[6] El filósofo shiíta Muhammad Taqi Ya’fari (fallecido en 1377 s) cree que esta aleya es una fórmula que calma el miedo y la ansiedad.[7]

El Imam 'Ali (P), respecto a la interpretación de esta aleya dice:

Al decir “inna lil.lahi” (somos de Dios), indicamos que somos Sus siervos y al decir “wa inna ilaihi rayi’un” (y a Él retornaremos) indicamos que aceptamos ser mortales, y que nuestro lugar está en otra parte”.[8]

Otro de los mensajes importantes de esta aleya es pedir ayuda a la fuerza de la fe y a los Favores Divinos. Algunos pierden el equilibro y se ven atrapados por la inquietud cuando les ocurre algún suceso desagradable. Pero los amigos de Dios, teniendo un programa y propósito evidente, sin asombro ni perplejidad, seguros y calmados, continúan sus caminos. Dios por Su parte les otorga una visión más amplia para elegir el sendero correcto. Al igual que el Sagrado Corán dice:

“A quienes hayan combatido por Nosotros, Hemos de guiarles por Nuestros caminos.”[9]

Los principales puntos que se extraen de esta aleya

  • La expresión "Somos de Dios y a Él retornaremos" ("Istirya'") es el lema de los pacientes cuando se enfrentan a las dificultades.
  • Cuando surgen las desgracias, los perseverantes manifiestan su fe.
  • La Cosmología Divina es la base de la paciencia hacia un creyente perseverante.
  • Perseverar respecto de las desgracias es algo valioso a condición de que se base en la fe en Dios y en el Día del Juicio Final.
  • La convicción de que Dios gobierna los asuntos del hombre y de que finalmente se retorna a Él, facilita el soportar las dificultades.
  • Dios es el Dueño y el Destino final del ser humano.
  • Se destaca la elevada jerarquía de los perseverantes ante Dios.
  • Sólo los creyentes perseverantes obtendrán el éxito y alcanzarán los objetivos.
  • En el momento de los sucesos pasajeros que ocurren en este mundo así como las dificultades, la persona debe tomar en consideración el hecho de que este mundo no es más que un pasadizo por el cual transitamos.
  • Tener en cuenta la historia de los antepasados y analizar las posiciones que ocuparon ellos ante las Pruebas Divinas es muy efectivo para preparar el alma del ser humano con relación a las Pruebas del Creador.
  • Esta frase es la esencia de las lecciones más elevadas del Monoteísmo: alcanzar a Dios y el apoyo en la Esencia Pura de Él en todo caso y en cada momento. Los sabios del Islam cuando se les presentaban grandes y difíciles desgracia, repetían esta frase inspirándose en el Sagrado Corán, para no ser derribados por la fuerza de esta desgracia. Así, bajo los rayos de la fe en que Dios es el Dueño de todo y de que todas las criaturas retornan hacia Él, podían asimilar este suceso dentro de sí mismos.
  • En un dicho del Profeta (PBD) figura que exclamar “Somos de Dios y a Él retornaremos” en el momento en que surgen las dificultades es algo exclusivo de la comunidad del Profeta del Islam (PBD).[10]
  • En otro dicho del Profeta (PBD) figura que el surgimiento de cada asunto desagradable constituye una desgracia para el creyente. Por consiguiente es conveniente que (cuando esto ocurra) él proclame “Somos de Dios y a Él retornaremos”[11]
  • En un dicho del Imam 'Alí (P) se menciona, que “Somos de Dios” implica reconocer el dominio (o el derecho de propiedad) de Dios sobre el ser humano mientras que “y a Él retornaremos” consiste en reconocer que el destino del hombre es la muerte.[12]

Un Zikr recomendable

Según los eruditos, se recomienda recitar esta aleya durante las calamidades.[13] Existen muchas narraciones que indican que el Profeta (P) y los infalibles recomendaban recitar esta aleya durante las calamidades.[14] Según Nayafi, se recomienda recitar esta aleya al enterrar a los muertos.[15]

Se ha narrado en una narración auténtica que en el día del martirio del Imam 'Alí (P), el Profeta Jidr (P) apareció a la puerta de la casa del Imam (P) mientras lloraba y recitaba la aleya del Istirya’.[16]

En otro informe se ha narrado que el Imam 'Alí (P), poco antes de su martirio (antes de que fuera golpeado), miraba al cielo y lloraba y repetía frecuentemente la aleya de Istirya’.[17]

También se ha informado que el Imam Husain (P) a su llegada a la tierra de Karbalá, predijo lo que iba a suceder en esta tierra y recitó la aleya de Istirya’.[18]

Ocasión de la revelación

Según un hadiz, el Imam 'Alí (P), después de escuchar la noticia del martirio de su tío Hamza, dijo:

"A Dios pertenecemos y a Él retornamos".

Después de eso, se reveló el versículo mencionado.[19] Según otra narración, después de que el Profeta (PBD) anunció la noticia del martirio de Ya’far Ibn Abi Talib en el Batalla de Mutah, el Imam 'Ali (P) pronunció estas palabras y entonces se reveló el versículo mencionado.[20]

Referencias

  1. Véase: Al-lame Hil-li, Nahy al-Haq wa Kashf al-Sidq, 1982, página 209.
  2. Faiz Kashani, Tafsir al-Safi, 1415 H, vol.1, página 204.
  3. Tabarsi, Mayma al-Bayan, 1408 H, vol. 1, página 437; Sheij Tusi, al-Tibian, Beirut, vol. 2, páginas 39-40.
  4. Tabarsi, Mayma’ al-Bayan, 1408 H, vol.1, página 437.
  5. Tabatabai, Al-Mizan, 1390, vol.1, página 353-354.
  6. Husaini Tehrani, Risalah Seir wa Suluk, páginas 147-148; Husaini Tehrani, Risaleh Lub Albab, páginas 124-125.
  7. Ya’fari, Imam Husain el mártir de la cultura suprema de la humanidad, 1380, páginas 543-544.
  8. Nahy al-Balaqa, dichos, núm. 99.
  9. Ver: Corán: 29:69.
  10. Suyuti, Tafsir Durr Al Manzur , tomo 1 , pág. 337.
  11. Suyuti, Durr Al Manzur , tomo 1 , pág. 379 .
  12. Kulaini, Al Kafi , tomo III , pág. 261.
  13. Shahid Awwal, Zikra al-Shi’a, 1418 H, vol.2, página 49.
  14. Shahid Awwal, Zikra al-Shi’a, 1419 H, vol.2, página 49.
  15. Nayafi, Muhammad Hasan, Yawahir Al Kalam, Beirut, vol.4, página 310.
  16. Qomi, Sheij Abbas, Mafatih al-Yinan, Ziyarat del Imam Alí (P).
  17. Qomi, Sheij Abbas, Muntaha al-Amaal, tomo 1, p. 326.
  18. Sheij Mufid, al-Irshad, tomo 2, p. 82.
  19. Al-lame Hil-li, Nahy al-Haq, 1982, página 209.
  20. Ibn Shar Ashub, Manaqib Ale Abi Talib, Publicaciones Al-lame, vol 2, página 120.

Bibliografía

  • Sagrado Corán
  • Al-lame Hil-li, Hasan Ibn Yusof, Nahy al-Haq wa Kashf al-Sidq, Beirut, Dar al-Kitab al-Lobanani, 1982.
  • Al-lame Tabatabai, Sayyed Muhammad Husain, Al-Mizan fi Tafsir al-Qur'an, Beirut, Dar Ihya Al-Turaz al-Arabi, 1390 H.
  • Faiz Kashani, Muhammad Ibn Shah Mortaza, Tafsir al-Safi, con corrección y comentario de Husain A’lami, Teherán, Escuela Al-Sadr, 1415 H.
  • Ibn Shahr Ashub, Muhammad Ibn Ali, Manaqib Ale Abi Talib, con corrección y comentario de Sayyed Hashem Rasuli Mahalati, Qom, Al-lame.
  • Kulaini, Muhammad Ibn Ya’qub, al-Kafi, investigador y corrector: Ali Akbar Qafari y Muhammad Ajundi, Teherán, Dar al-Katb al-Islamiyya, 4ª edición, 1407 H.
  • Nayafi, Muhammad Hasan Ibn Baqir, Yawahir al-Kalam fi Sharh Sharye al-Ahkam, con investigación y comentarios de Sheij Abbas Quchani, Beirut, Dar Ihya al-Turaz al-Arabi.
  • Sheij Tusi, Muhammad Ibn Hasan, Al- Tibian fi Tafsir al-Qur'an, con una introducción de Aqa Bozorg Tehrani, Beirut, Dar Ihya Al-Turaz al-Arabi.
  • Suyuti, Yalal al-Din, al-Durr al-Manzur, Qom, 1404 H.
  • Tabarsi, Fazl Ibn Hasan, Mayma’ al-Bayan fi Tafsir al-Qur'an, con corrección y comentario de Sayyed Hashem Rasuli Mahalati y Sayyed Fazlollah Yazdi Tabatabai, Beirut, Daral al-Marafa, 1988 d.C.
  • Ya’fari, Muhammad Taqi, Imam Husain (P), el mártir pionero en la cultura suprema de la humanidad, instituto de Al-lame Ya’fari, 1380 s.