Entierro

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De wikishia
Una imagen de entierro de un musulmán

El entierro en el Islam consiste en una serie de ritos fúnebres que se deben realizar para sepultar el cuerpo de cualquier difunto musulmán. El entierro de los musulmanes fallecidos es un deber obligatorio del tipo Kifa'i, en otras palabras, es un acto obligatorio que si algunos musulmanes lo realizan en forma suficiente y completa, las demás personas no necesitarán realizarlo. Según las leyes prácticas del Islam, antes de enterrar al difunto, es obligatorio realizarle el baño completo fúnebre, el amortajamiento y la oración fúnebre. Algunos hadices indican que el entierro tiene varias filosofías, entre ellas, observar el respeto y el honor del cadáver del difunto.
El entierro del cadáver de un musulmán tiene varios protocolos y reglas, algunos de los cuales son obligatorias y otros son recomendables.

Importancia

El entierro del cadáver de un musulmán es un deber obligatorio del tipo Kifa'i, que significa que es un acto obligatorio que si algunos musulmanes lo realizan en forma correcta, las demás personas no necesitarán realizarlo.[1]
Según las leyes prácticas del Islam, se debe enterrar al muerto de modo que su olor no salga de la tumba, y que sea protegido de los animales feroces.[2] Si se teme que un animal dañase al difunto, es necesario fortalecer su tumba con ladrillos u otras materiales.

Razones y Filosofía

En los hadices, se han mencionado varias razones como la filosofía del entierro, entre ellas se destacan las siguientes:

  • Observar el respeto y el honor del cadáver
  • Evitar que la gente vea la corrupción del cadáver
  • Evitar que la gente se moleste por el olor del cadáver
  • Evitar el reproche de los enemigos
  • Ayudar a los cercanos del difunto a olvidar el dolor de su pérdida.[3]

Según las aleyas del Corán y las narraciones, cuando Caín mató a su hermano Abel, no sabía qué hacer con el cadáver de su hermano, y fue entonces que Dios envió a dos cuervos para enseñarle la manera del entierro. Uno de los cuervos mató al otro frente a los ojos de Caín, y lo enterró en un hoyo que había cavado con su pico.[4]

Reglas Obligatorias

  • Según las fatwas, el entierro de un difunto musulmán debe realizarse después de la realización de una serie de ritos fúnebres, entre ellos, el baño completo fúnebre, el Hanut (echar alcanfor en las posiciones de postración), el amortajamiento y la oración fúnebre.[5]
  • Se debe colocar el cuerpo del difunto en la tumba sobre su lado derecho, de modo que la parte delantera de su cuerpo se oriente hacia la Qibla.[6]
  • Es necesario pedir permiso al tutor del difunto para enterrarlo. El tutor de la mujer es su esposo; y en segundo lugar, los herederos del difunto serán sus tutores.[7]
  • No está permitido enterrar al difunto musulmán en el cementerio de los no musulmanes. Igualmente, no se permite enterrar a un no musulmán en el cementerio de los musulmanes. Tampoco está permitido enterrar al difunto en un lugar usurpado[8]

Protocolos recomendables del entierro

Según las leyes islámicas, es recomendable observar los protocolos siguientes en el entierro:

  • Antes de aplanar la parte inferior de la tumba con ladrillos (Lahad), es recomendable tocar el hombro del difunto moviéndolo y recitándole las frases de Talqin para recordarle las creencias fundamentales del Islam.
  • Es recomendable antes de introducir al difunto en su tumba colocarlo en un lugar cercano a ella y levantarlo de nuevo aproximándolo hacia su tumba, repitiendo este acto por tres veces, y por último introducirlo a su tumba en la cuarta vez.
  • Levantar al difunto gradualmente de su ataúd e introducirlo gradualmente en la tumba, recitando las súplicas recomendables antes y después del entierro.
  • Si el difunto es hombre, es mejor introducirlo en la tumba desde la cabeza, y si es una mujer, introducirla desde el costado de su cuerpo, y también cubrir la tumba con una tela mientras se está introduciendo.
  • Enterrar al difunto en el cementerio más cercano, a excepción de que un cementerio más lejano tenga condiciones más favorables; por ejemplo, un cementerio cerca de los santuarios de los Imames (P).[9]
  • Cavar la tumba de modo que la tierra no caiga sobre el cuerpo del difunto, por ello es mejor que la parte inferior de la tumba donde se coloca al difunto sea más estrecha que la parte superior de la tumba para que luego de colocar al difunto en ella puedan cubrirla con ladrillos o piedras antes de llenarla con la tierra.
  • Poner poca cantidad de tierra detrás del cuerpo del difunto para que no se vuelva de espaldas cuando lo recuestan de su lado derecho.
  • Luego de colocar al difunto en la tumba, es recomendable abrir los nudos de la mortaja, colocar el rostro del difunto sobre la tierra y formar una almohada de tierra debajo de su cabeza.
  • Es mejor que la persona que introduce al difunto en la tumba esté pura, descalza y con la cabeza descubierta; es recomendable que eche tierra con el dorso de sus manos recitando la aleya: «¡En verdad, pertenecemos a Dios y, en verdad, a Él retornamos!»[10]
  • Si la persona fallecida es una mujer, una persona Mahram debe introducirla en la tumba; si no hay ninguna persona Mahram, uno de sus parientes debe colocarla en la tumba.
  • Es recomendable cavar la tumba en forma de rectángulo del tamaño de una persona normal.[11]

Dictamen de una persona que muere en un barco

Si alguien muere en un barco, deben mantener su cuerpo a bordo hasta llegar a la tierra y enterrarlo en la tierra, a condición de que su cuerpo no pudra durante este tiempo; de no ser posible esto, se debe realizar el ritual fúnebre (el baño completo, la unción con alcanfor, la mortaja y la oración fúnebre), luego se debe envolver y sujetarlo en algo firme de modo que los animales marinos no puedan devorarlo, y finalmente se debe arrojarlo al mar.[12]

Prohibición de la exhumación

La exhumación significa desenterrar al difunto o abrir la tumba de modo que se vea el cuerpo del difunto. Según la jurisprudencia shiíta, está prohibido exhumar la tumba de un musulmán aunque sea un niño o un demente.[13]
Es de hacer notar que el desenterramiento de la tumba no está prohibido en los siguientes casos:

  • Si el difunto estuviera enterrado en un lugar usurpado y el dueño de ese terreno no lo permite.
  • Para enterrar con el difunto un miembro de su cuerpo; sin embargo, la precaución es hacerlo sin desenterrar el cuerpo del difunto.[14]
  • Si es necesario ver el cuerpo del difunto para verificar un derecho (ante el tribunal).[15]
  • Para un asunto cuya importancia es superior a la exhumación; por ejemplo para extraer a un niño que aún está vivo de las entrañas de la madre muerta.
  • Si el difunto ha sido enterrado en un lugar el cual se considera una falta de respeto hacia él; (por ejemplo en un cementerio de los no-musulmanes).[16]

Referencias

  1. Tabatabai Yazdi, Al-Urwa Al-Wuzqa, 1419 H, volumen 2, página 32.
  2. Tabatabai Yazdi, Al-Urwa Al-Wuzqa, 1419 H, vol. 2, págs. 112-113.
  3. Por ejemplo, véase: Hur ‘Amili, Wasa’il al-Shi’ah, 1409 H, volumen 3, página 141.
  4. Tabari, Historia de naciones y reyes, 1387 H, volumen 1, página 138.
  5. Por ejemplo, véase Nayafi, Yawahir al-Kalam, 1983, volumen 4, páginas 118-263.
  6. Tabatabai Yazdi, Al-Urwa Al-Wuzqa, 1419 H, volumen 2, página 113.
  7. Tabatabai Yazdi, Al-Urwa Al-Wuzqa, 1419 H, volumen 2, página 115.
  8. Tabatabai Yazdi, Al-Urwa Al-Wuzqa, 1419 H, volumen 2, página 115.
  9. Nayafi, Yawahir al-Kalam, 1983, volumen 4, página 344.
  10. Makarem Shirazi, Leyes Prácticas del Islam, N° .588.
  11. Nayafi, Yawahir al-Kalam, 1983, volumen 4, página 301.
  12. Tabatabai Yazdi, Al-Urwa Al-Wuzqa, 1419 H, vol. 2, págs. 113-114.
  13. Tabatabai Yazdi, Al-Urwa Al-Wuzqa, 1419 H, volumen 2, página 135.
  14. Makarem Shirazi, Leyes Prácticas del Islam, N° .599.
  15. Nayafi, Yawahir al-Kalam, 1983, volumen 4, páginas 353-359.
  16. Tabatabai Yazdi, Al-Urwa Al-Wuzqa, 1419 H, volumen 2, página 135.

Bibliografía

  • Hur ‘Amili, Muhammad ibn Hassan, Wasa'il al-Shi'ah, Qom, Instituto Al-Alul-bait, 1409 H.
  • Makarem Shirazi, Naser, Leyes prácticas del Islam, Madrisa Amir al-Mu’minin, Qom, 1399 S
  • Nayafi, Mohammad Hassan Ibn Baqir, Yawahir al-Kalam fi Sharh Sharia al-Islam, investigación de Abbas Quchani, Beirut, 1983.
  • Tabari, Muhammad ibn Yarir, Historia de las naciones y los reyes, investigación de Muhammad Abu al-Fadl Ibrahim, Beirut, segunda edición, 1967.
  • Tabatabai Yazdi, Seyyed Mohammad Kazem, Al-Urwa Al-Wuzqa, Beirut, 1404 H. / 1984
  • Tusi, Mohammad Ibn Hassan, Al-Mabsut Fi Fiqh Al-Imamiyya, Teherán, Biblioteca Al-Mortazawi, 2008.