Sura al-Balad

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Sura al-Balad
Sura al-Balad
Sura al-Fayr← →Sura al-Shams
Número del capítulo90
Posición en el Corán30
Revelación
Número de revelación35
Lugar de revelaciónMeca
Información
Aleyas20
Palabras82
Letras343

La Sura al-Balad (en árabe: البلد‎ سورة; literalmente: La Ciudad) es la sura número 90 del Corán. Es una sura mecana ubicada en la parte treinta del Sagrado Corán. El término “al-Balad” en esta sura se refiere a la Ciudad de La Meca y esta Sura fue denominada así porque al principio de la Sura, Dios ha jurado por la tierra de La Meca (al-Balad).

La Sura a-Balad, empieza con significativos juramentos para señalar el hecho de que la realidad de la vida del ser humano en este mundo, va constantemente acompañada de dificultades y dolores, pero su finalidad, es preparar al hombre hasta alcanzar la tranquilidad y la paz completa en la otra vida. En otra parte de la Sura, se habla de las obras más valiosas del ser humano entre ellas, la liberación de los esclavos, dar de comer y ayudar a los pobres.
Con respecto a las virtudes de la recitación de esta sura, se ha narrado que el Profeta (PBD) dijo:

"Quien recite la Sura al-Balad, será protegido de la ira de Dios en el Día del Juicio".

Introducción

Denominación

La Sura al-Balad comienza con un juramento por "Balad" que se refiere a la ciudad de la Meca[1] y es por lo tanto que esta sura se llama al-Balad.[2] Es de hacer notar que el termino árabe “Balad” significa tierra y ciudad[3].

Orden y lugar de la revelación

La sura al-Balad es una de las suras mecanas y con respecto al orden de la revelación, es la trigésima quinta sura que le fue revelada al Profeta Muhammad (PBD). En el orden de la recopilación del Corán, es la sura número 90 ubicada en la parte treinta del Corán.[4]

Número de versículos y otras particularidades

La Sura al-Balad tiene 20 versículos, 82 palabras y 343 letras. En cuanto a su tamaño, esta sura es una de las suras cortas con versículos cortos (Mufassalat) y se encuentra entre las suras que comienzan con un juramento. [5]

Contenido de la Sura

La Sura al-Balad comienza con un juramento por la ciudad de La Meca, lo que expresa su grandeza y santidad y luego señala el hecho de que la realidad de la vida del ser humano en este mundo, va constantemente acompañada de dificultades y dolores, pero su finalidad, es preparar al hombre hasta alcanzar la tranquilidad y la paz completa en el más allá.

En otra parte de la Sura, se menciona una serie de las mercedes de Dios hacia el ser humano a pesar de la ingratitud del ser humano ante tales mercedes.
Luego, se mencionan algunas de las obras más valiosas del ser humano entre ellas, la liberación de los esclavos, dar de comer y ayudar a los pobres.
Al final, clasifica al ser humano en dos grupos: los benevolentes (compañeros de Maimana) y los pecadores (compañeros de Mash'amah).[6]

Puntos Importantes

  • Juramento por la ciudad Santa de La Meca
  • La importancia de la caridad para complacer a Dios
  • La importancia de soportar los sufrimientos y las dificultades en el camino de Dios
  • Juramento por los que soportan dificultades en el camino de Dios
  • Mención de Tres mercedes divinas: la vista, la lengua y la orientación
  • El resultado de la obediencia y servidumbre a Dios es la prosperidad humana.[7]

Juramento por el padre y el hijo

Existen varias interpretaciones con respecto al padre y el hijo mencionado en esta Sura, entre ellas se destacan las siguientes:

  • Esta aleya (es decir la tercera aleya) se refiere al Profeta Abraham (P) y a su hijo Ismael, teniendo en cuenta que la aleya anterior, jura por la ciudad de La Meca y que Abraham y su hijo, fueron los fundadores de la Ka'ba.
  • Esta expresión se refiere al Profeta Adán (P) y a sus hijos.
  • La finalidad de esta expresión es referirse a Adán (P) y a los profetas (P) de su progenie.
  • La aleya se refiere a cualquier padre e hijo; dado que el tema de la procreación y la continuidad de la especie humana a lo largo de diferentes períodos, es uno de los más maravillosos milagros de la creación.[8]

Ocasión de revelación

Algunos exégetas sostienen que los versículos 4-6 de la Sura Balad fueron revelados en relación a un hombre mecano llamado Hariz ibn Amr ibn Nawfali. Se ha narrado que el cometió un pecado cuando estaba en Medina; Así que fue ante el Profeta Muhammad (PBD) y le preguntó sobre la expiación de su pecado. Entonces, el Profeta (PBD) le dijo:

Anda y libera a un esclavo o da de comer a sesenta personas necesitadas.

Hariz preguntó “¿No existe otra opción?” y el Profeta (PBD) le respondió que la expiación fue lo que le había dicho. Hariz se fue tristemente hasta que llegó a sus compañeros y dijo: “Por Dios no sabía que al entrar en la religión de Muhammad, mi riqueza disminuiría con la expiación y la limosna en el camino de Dios. Muhammad cree que hemos encontrado esta propiedad en el camino, mientras que yo he gastado muchas propiedades para reunir esta riqueza.”

Fue en esta ocasión que los versículos 4-6 de esta sura fueron revelados al Profeta Muhammad (PBD).[9]
Algunos exégetas, sostienen que estos versículos fueron revelados en relación a quienes habían gastado su riqueza por su oposición hacia el Islam y el Profeta (PBD), y aún se jactaban por ello.
Según una narración, cuando el Imam Ali (P) invitó a Amr ibn Abdi Wad al Islam durante la batalla de Jandaq, éste le respondió: “¿Pero entonces qué será de tanta propiedad que he gastado contra ustedes?”[10]

Virtudes y recompensas

Se ha narrado que el Imam Sadiq (P) dijo:

Quien recite la Sura al-Balad en sus oraciones obligatorias será conocido como una persona justa en este mundo, y en el Más Allá será conocido por tener una posición especial ante Dios y será uno de los compañeros de los profetas, mártires y justos.[11]

En un hadiz, se ha narrado que el Profeta Muhammad (PBD) dijo:

Quien recite la Sura al-Balad, será protegido de la ira de Dios en el Día del Juicio, y se salvará de las colinas difíciles del viaje del Más Allá.[12]

Con respecto a los efectos de la recitación de esta sura, se han mencionado que si esta sura se escribe en un papel y un bebe lo lleva consigo, será eficiente para protegerlo contra los males y daños.[13] También se dice que esta Sura es eficiente para el tratamiento de enfermedades respiratorias.[14]

Referencias

  1. Tabatabai, Al-Mizan, 1974, volumen 20, página 289.
  2. Enciclopedia del Corán y Estudios Coránicos, 1998, volumen 2, página 1264.
  3. Qurashi Bonabi, Diccionario del Corán, bajo la palabra “Balada”.
  4. Ma’refat, Enseñanza de las ciencias coránicas, volumen 1, página 166.
  5. Enciclopedia del Corán y Estudios Coránicos, 1998, volumen 2, página 1264.
  6. Enciclopedia del Corán y Estudios Coránicos, 1998, volumen 2, página 1264.
  7. Estructura de los capítulos del Sagrado Corán, el Instituto Cultural de Corán y Etrat Nur al-Thaqalin, Qom, Capítulo 1, 2013.
  8. Makarem Shirazi, Tafsir Nemine, comentario sobre la aleya 3 de la Sura al-Balad.
  9. Muqatil Ibn Sulayman, Tafsir Muqatil, 1423 H, volumen 4, página 701.
  10. Tafsir Nûr az-Zaqalain, tomo. 5, p. 580, hadiz 10.
  11. Sheij Saduq, Zawab al-A’mal, 2003, página 123.
  12. Bahrani, Al-Burhan 1417 H, volumen 5, página 659.
  13. Bahrani, Al-Burhan 1417 H, volumen 5, página 659.
  14. Bahrani, Al-Burhan 1417 H, volumen 5, página 659.

Bibliografía

  • Bahrani, Sayyed Hashim, Al-Burhan Fi Tafsir Al-Quran, Qom, Fundación Al-Ba'tha, 1417 H.
  • Enciclopedia del Corán y Estudios Coránicos, Volumen 2, por Bahauddin Jorramshahi, Teherán, Dostan-Nahid, 1998.
  • Huweizi, Tafsir Nûr az-Zaqalain, Qom, 1383 S.
  • Ma’refat, Mohammad Hadi, Enseñanza de las ciencias coránicas, primera edición, 1992.
  • Muqatil Ibn Sulayman, Tafsir Muqatil, investigación de Abdullah Mahmoud Shehata, Beirut, primera edición, 1423 H.
  • Qarashi Bonabi, Seyyed Ali Akbar, Diccionario del Corán, Teherán, Islámiya, sexta edición, 1992.
  • Sheij Saduq, Mohammad Ibn Ali, Zawab al-A’mal, Investigación: Sadiq Hassanzadeh, Teherán, 2003.
  • Tabatabai, Seyyed Mohammad Hussein, Al-Mizan Fi Tafsir Al-Quran, Beirut, segunda edición, 1974.