Pacto de paz del Imam Hasan (P)
El pacto de paz del Imam Hasan (P) (en árabe: صلح الإمام الحسن عليه السلام) fue un tratado entre el Imam Hasan (P) hijo de Alí Ibn Abi Talib (P) y Mu'awiah hijo de Abu Sufian en el año 41 después de la hégira. Esto tuvo lugar después de una guerra entre el Imam (P) y Mu'awiah por su negativa a aceptar el califato del Imam Hasan (P). Esta guerra no se concibió completamente debido a varias causas como la traición de algunos comandantes del ejército del Imam (P), la carencia del apoyo por parte de la gente, las amenazas de los Jariyitas y los beneficios de los shiítas. Entonces el Imam (P) en vista de estos acontecimientos, se vio forzado a aceptar un pacto de paz en el cual se transfirió la gobernación a Mu'awiah. La validez de este tratado se debió a las condiciones existentes, entre ellas las más importantes fue que Mu'awiah no debía asignar ningún sucesor para sí mismo, no debía conspirar contra el Imam Hasan (P) y debía respetar y proteger las vidas de todos los musulmanes.
La situación de Kufah después del martirio del Imam Alí (P)
Imam Hasan (P): “Si yo hubiera tenido ayudantes, jamás habría dejado la gobernación para Mu’awiah, ya que la gobernación es ilícita para los Omeyas”
Después del entierro del Imam Alí (P) los shiítas de Kufah juraron lealtad a su hijo el Imam Hasan (P). Sin embargo, el Imam Hasan (P) tuvo que enfrentar muchos problemas y dificultades desde el inicio de su califato; ya que en primer lugar, tuvo que calmar el caos existente en Kufah, y luego tuvo que asignar gobernadores para diferentes zonas del territorio islámico como Egipto, Hiyaz, Jorasan, Irán, entre otros. Sin embargo, el caso de Sham (Siria) fue distinto, porque Mu’awiah no tuvo intención de dejar la gobernación de Siria y tenía invadidos los territorios de Iraq. Mu’awiah se consideraba a sí mismo el gobernador de todos los musulmanes y esto empeoraba la cuestión de Siria. [1]
El Imam Hasan (P) lamentablemente, no tuvo un ejército leal para luchar contra Mu’awiah. Su padre, el Imam Alí (P) en los últimos días de su vida invitaba a la gente a la lucha, pero la gente apenas contestaba a su invitación. Por otro lado, varios territorios islámicos necesitaban responsables cualificados, y el Imam Hasan (P) no contaba a su alrededor con compañeros leales que tuvieran fe, conocimiento y valor para ocupar estas posiciones. La mayoría de la gente de su alrededor era codiciosa con respecto a las cosas mundanales; ya que ellos fueron engañados por los regalos y premios que Mu’awiah entregaba a sus seguidores. [2]
La gente se había dividido en diferentes grupos; por un lado la gente de Kufah fueron los mismos que molestaron al Imam Alí (P); la gente de Basrah eran los partidarios de Usman y naturalmente apoyaban a Mu’awiah; y los Jariyitas querían obtener el califato. Entre estos grupos y sus divisiones sólo los shiítas posiblemente habían podido apoyar al Imam Hasan (P); pero lamentablemente entre ellos hubo varios hipócritas que pretendían ser shiítas pero que dejaron al Imam Alí (P), lo desobedecieron e incluso se enfrentaron contra él. Por tal motivo, de esta gente no se podía exigir un mejor trato con el Imam Hasan (P). [3]
Preparación para la guerra
Desde el inicio, Mu’awiah trataba de explotar en su propio favor las situaciones de aquel entonces. Él enviaba a sus mercenarios a diferentes zonas como Hiyaz, Yemen, Egipto e Iraq para reclutar las tribus árabes, engañar a sus líderes mediante sobornos o amenazas, difundiendo rumores entre la gente, saqueando las ciudades fronterizas, asustando a la gente del poder de Mu’awiah y difundiendo mentiras sobre la generosidad y la sabiduría de Mu’awiah. Todos estos fueron los trucos usados por Mu’awiah para obtener la gobernación y allanar su camino hacia Iraq. [4]
El ejército de Mu’awiah llegó a Iraq y fue desplegado en una zona llamada Masken. Sin embargo, el Imam Alí (P) ya venía preparando en los últimos días de su vida un ejército para enfrentar a Mu’awiah. Este ejército tuvo la responsabilidad de continuar su misión después del martirio del Imam Alí (P), y es cuando Qeis el hijo de Saad Ibn Ibadah asumió comandar este ejército y se dirigió a Siria. Simultáneamente el Imam Hasan (P) fue a la ciudad de Mada’in. Pero cada día ocurría un nuevo suceso en el campamento del ejército. Un día llegó la noticia que Qeis fue asesinado y los soldados comenzaron una rebelión en el campamento. [5] La gente atacó la carpa del Imam (P) y saqueó todo lo que encontró, incluso la estera sobre la cual el Imam (P) estaba sentado. El Imam salió a refugiarse en un lugar más seguro, pero lo atacaron en el camino e hirieron su pierna con un hacha.
Tabari (historiador sunnita) escribe al respecto: El día en que saquearon la carpa del Imam Hasan (P), él fue a la casa de Saad Ibn Mas’ud Saqafi (tío de Mujtar). Saad Ibn Mas’ud, quien fue en aquel entonces el gobernador de Mada’in asignado por el Imam (P). A pesar de que la gente le recomendaba a Saad entregar al Imam Hasan (P) a Mu’awiah para recibir premios, él se opuso y dijo “¿cómo puedo yo entregar el nieto del Profeta (PBD) a su enemigo?” [6]
El Imam Hasan (P) cuando vio que a la gente sólo le importaban sus propios beneficios en lugar de los beneficios de la comunidad islámica llegó a concluir que la resistencia con tantos hipócritas era inútil. El Imam (P) no pudo contar con el apoyo de esta gente; ya que era obvio que estas personas huirían antes de enfrentar al ejército de Mu’awiah, o incluso iban a traicionar al Imam (P) y entregarlo al enemigo. Fue por eso que el Imam (P) se vio forzado a hacer un convenio de paz con Mu’awiah. [7]
Lugar y fecha del tratado de paz
El tratado de paz fue firmado en la zona de Masken y el contenido del mismo fue anunciado bajo la presencia de un gran número de personas de la gente de Sham (Siria).[8] Para este suceso, se han mencionado diferentes fechas tentativas que son el mes de Rabi’ al-Awal, el mes de Rabi’ al-Sani y el mes de Yamadi al-Awal del año 41 de la hégira. [9]
Diferentes registros históricos sobre el tratado
La historia de este tratado fue descrita en las fuentes históricas por lo menos 200 años después. Desde entonces, los historiadores lo han narrado de diferentes formas. Sin embargo, durante este período, los califas omeyas y abasidas han tratado de falsificar todo lo que han podido sobre este suceso, cambiarlo en su favor y registrarlo como han querido. Es entonces, que para evaluar la autenticidad de lo narrado sobre este tratado es necesario confirmar la autenticidad de la cadena de narradores, entre otros elementos necesarios para confirmar su autenticidad. [10]
Tabari, un historiador sunnita narra este suceso de la siguiente forma: “Primero Mu’awiah le envió al Imam Hasan (P) una hoja blanca y sellada para que el Imam (P) escribiera en ella todo lo que quisiera. Pero antes de que esta hoja llegase, llegó a Mu’awiah la carta del Imam (P) en la cual fueron escritas sus condiciones. Cuando el Imam recibió la hoja blanca, escribió más condiciones en ella, pero Mu’awiah no las aceptó.” [11]
Shahidi (historiador shiíta) escribe respecto a lo mencionado por Tabari y otros sabios sunnitas como Ibn Asir lo siguiente: “Sin duda, esta historia es fabricada por los historiadores omeyas. Aquellos que conocen bien al Imam Hasan (P) saben que su propósito al aceptar este tratado fue evitar el derramamiento de sangre. El Imam (P) no quiso negociar sobre un comercio, ni tampoco iba a aumentar el precio de su mercancía. El cuento de la hoja blanca no puede ser nada más que una mentira creada por Mu’awiah para tener una excusa de rechazar todas las condiciones del acuerdo de paz.” [12]
Sin embargo, lo más sorprendente e inaceptable de todo es la historia que narran algunos historiadores sunnitas sobre los pedidos del Imam Hasan (P). Ellos han escrito que el Imam Hasan (P) aceptó el tratado de paz a condición de que Mu’awiah le diera 5000000000 dírhams de la tesorería Islámica (Beitul-Mal); Y que le enviase las tasas de un pueblo de Irán llamado Darabguerd; y que no maldijera a Alí (P) en los pulpitos. [13]
Shahidi escribe al respecto:
Aquellos historiadores no se han dado cuenta de que si el Imam Hasan (P) hubiera aceptado el acuerdo con Mu’awiah sólo por dinero, no habría tenido ningún seguidor, y la gente lo habría inculpado por eso durante la historia. Además, el Imam Hasan (P) que tenía el control sobre toda la tesorería de Kufah, ¿cómo podría haber dejado la gran tesorería de Kufah por las tasas de un pequeño pueblo en Irán? ¿Por qué aquellos historiadores no han mencionado las condiciones principales del tratado? ¿Por qué Tabari no las ha mencionado?
[14]
Sin embargo, hay otras fuentes sunnitas y shiítas que han narrado este suceso en otra forma y prueban que lo narrado en algunas fuentes es fabricado por los historiadores omeyas y abasidas en favor de sus propios beneficios. La historia que narra Belazari sobre este tratado puede ser más aceptable que lo narrado por Tabari. [15]
Contenido del tratado
Según Belazari (historiador sunnita), el Imam Hasan (P) escribió lo siguiente en la hoja del tratado:
Esto es el tratado de paz entre Hasan (P) hijo de Alí (P) y Mu'awiah hijo de Abu Sufian. Se le otorga la gobernación de los musulmanes a él sujeto a las siguientes condiciones:
- Que Mu'awiah actué de acuerdo con el Libro de Dios, la tradición del Profeta (PBD) y la conducta de los califas.
- Que no asigne a nadie como su sucesor y que después de él la junta de musulmanes decida al respecto.
- Que las vidas, propiedades e hijos de la gente en cualquier parte deben estar a salvo.
- Que Mu’awiah no debe conspirar contra Hasan (P) implícita o explícitamente o amenazar a cualquiera de sus acompañantes.
Abdul-lah Ibn Haris y Amr Ibn Salamah son testigos de este tratado.[16]
Ibn Hayar (historiador sunnita) menciona el texto del tratado en la siguiente forma:
Esto es el tratado de paz que Hasan Ibn Alí (P) establece con Mu'awiah y establece un tratado con él para darle la gobernación de los musulmanes a condición de que:
- Actué de acuerdo con el Libro de Dios, la Sunnah (tradición del Profeta (PBD)) y la conducta de los califas.
- Mu'awiah no debe asignar a nadie como su sucesor, y después de él la junta de los musulmanes debe decidir al respecto.
- La gente debe estar a salvo en cualquier parte que se encuentre, ya sea en Sham (Siria), Iraq, Hiyaz o en Yemen.
- Las vidas, propiedades e hijos de los seguidores de Alí (P) y los shiítas deben estar a salvo en cualquier parte.
- Tras este tratado, Mu'awiah acepta este pacto que no conspire implícita o explícitamente contra Hasan Ibn Alí, su hermano y ninguno de los miembros de Ahlul-Bait (P) y no amenace a cualquiera de ellos en alguna parte. [17]
Opositores del tratado de paz
Huyr Ibn ‘Udai, ‘Udai Ibn Hatam, Musaieb Ibn Tayba, Malik Ibn Zamra, Sufian Ibn Abi Leili, Bashir Hamdani, Sulaimán Ibn Surad, Abdul-lah Ibn Zubair, Abu Saiid y Qeis Ibn Saad se encuentran entre los compañeros del Imam Hasan (P) quienes estaban en contra del tratado de paz. Sus conversaciones al respecto con el Imam Hasan (P) se han registrado en las fuentes históricas.[18]
Razones por las cuales se propuso el tratado de paz
Proteger la vida del Imam (P) y los shiítas
Imam Hasan (P): “Yo observé que la mayoría de vosotros os abstenéis de participar en la batalla y no tenéis ganas de luchar; por ello yo no os forzaré a hacer lo que no os gusta.”
La mayoría de los verdaderos seguidores del Príncipe de los Creyentes (P) fueron martirizados en las batallas de Yamal, Siffin y Nahrawan. Razón por la cual, habían muy pocos de ellos. Es por tal razón, que en caso de darse otra guerra, el Imam Hasan (P) y sus seguidores definitivamente habrían tenido pérdidas irreparables, ya que Mu'awiah contaba con suficientes fuerzas para suprimirlos.
Abi Saiid ‘Aqisa narra: Fui ante el Imam Hasan (P) y le dije “Oh, hijo del Mensajero de Dios, ¿Por qué hiciste las paces con el tirano Mu’awiah mientras sabías que tú estás en el camino de la verdad?” El Imam (P) me respondió:
“Si no lo hubiera hecho, ninguno de nuestros shiítas habría quedado vivo en la tierra y ellos (los seguidores de Mu’awiah) los habrían matado a todos.”[19]
Después de que el Imam Hasan (P) aceptó el tratado de paz, un árabe llamó al Imam (P) “Mudil al-Mu’minin” (el que humilló a los creyentes). El Imam (P) al respecto le respondió:
“Yo no humillé a los creyentes, sino los levanté. Cuando vi que ustedes (los shiítas) no tienen fuerzas para resistir contra el ejército de Siria, dejé la gobernación para que ustedes y yo quedáramos vivos. El ejemplo de mi es como el de aquel hombre erudito que dañó una barca para que le quedase a sus dueños. Ustedes y yo hicimos lo mismo para poder sobrevivir entre los enemigos.[20]
Con estas palabras, el Imam (P) comparó su acción con una historia coránica mencionada en las siguientes aleyas: (Corán: 18: 71 y 79).
En otra narración, dijo el Imam Hasan (P) sobre este suceso: “Juro por Dios, que lo que hice fue más beneficioso para mis shiítas que la salida y la puesta del Sol.” [21]
La falta del apoyo por parte de la gente
Antes de que el Imam (P) estableciera el tratado de paz, dijo a la gente: “Si ustedes están listos para la lucha, rechazamos el tratado, confiamos en Dios y finalizamos esta cuestión con nuestras espadas. Pero si desean permanecer vivos, aceptamos el tratado de paz y aseguramos nuestras vidas”. En este momento, la gente dentro de la mezquita empezó a gritar “¡La vida!, ¡La vida!” y con este lema forzaron al Imam (P) a firmar el tratado.[22]
Sheij al-Mufid escribe al respecto: “Quedó en evidencia, para el Imam Hasan (P) que la gente lo dejó sólo. Por otro lado, los Jariyitas y los hipócritas insultaban al Imam (P), saquearon sus propiedades y consideraron lícito derramar su sangre. El Imam (P) tuvo pocos compañeros leales y por el poco número, no tuvieron fuerzas para resistir contra el considerable ejército de Siria. [23]
Suleim Ibn Qeis narra: “Cuando Mu’awiah llegó a Kufah, el Imam Hasan (P) subió al pulpito, dio un sermón y dijo: “Juro por Dios, si la gente me hubiera sido fiel y obediente, del cielo habría caído la lluvia para ellos y la tierra les habría dado sus bendiciones, y tú, ¡oh Mu’awiah! jamás habrías codiciado en la gobernación.”
El Imam Hasan (P) dijo en otra oportunidad: “Si yo hubiera tenido ayudantes, jamás habría dejado la gobernación para Mu’awiah, ya que la gobernación es ilícita para los Omeyas”. Y también respondió a quien le protestó: “Yo deje la gobernación para Mu’awiah porque no tuve ayudantes para poder luchar contra él. Si hubiese tenido ayudantes, hubiésemos luchado contra él hasta finalizar este caso.”[24]
Evitar el derramamiento de sangre
El Imam Hasan (P) enfatizando nuevamente su justificación del pacto dijo en otro sermón: “Yo decidí convenir con Mu’awiah y hacer las paces con él porque consideré mejor evitar el derramamiento de sangre; y no tuve más propósito que la supervivencia y bienestar de todos.”[25]
Cuando uno de los acompañantes del Imam (P) llamado Sulaimán Ibn Surad le protestó por la tregua, el Imam (P) le respondió: “Yo vi algo que ustedes no pueden ver. Mi único propósito fue prevenir un derramamiento de sangre”[26]
Después de la tregua, cuando Mu’awiah pidió ayuda al Imam Hasan (P) para luchar contra los Jariyitas, el Imam (P) rechazó darle la ayuda y participar en esta lucha, y le escribió: “Oh Mu’awiah! Si yo quisiera luchar contra aquellos que rezan hacia la Kaaba, en primer lugar lucharía contra ti. Sin embargo, yo te dejé y convine contigo en favor de los beneficios de la comunidad musulmana y para proteger la sangre de los musulmanes.”[27]
Proteger la religión
Uno de los motivos más importantes del Imam Hasan (P) para establecer el tratado de paz fue la protección de la religión de Dios. La situación de la comunidad musulmana en aquel entonces fue tan crucial que la lucha contra Mu’awiah podría haber dado lugar a la erradicación de la religión del Islam. Esta lucha no fue a favor de los Kufanos ni a favor de la gente de Siria, ya que una guerra civil entre el Imam (P) y Mu’awiah podría dar a los bizantinos una oportunidad para atacar los territorios islámicos.
Por otro lado, es de hacer notar, que la fe de los musulmanes se había debilitado y esta guerra podría haber empeorado esta crisis. Quizás fue por ello que dijo el Imam Hasan (P): “Yo temía que los musulmanes se erradicasen de la tierra y no permaneciera ninguno de ellos; por eso, se pactó este tratado para proteger la religión de Dios.”[28]
El cansancio tras la guerra
Los musulmanes habían pasado por varias guerras desde el Inicio del Islam hasta la época de los califas. Ellos habían luchado contra los romanos, los iranís y otras naciones. Incluso, habían sobrevivido a tres guerras civiles durante el califato del Imam Alí (P). Entonces, ya para la época del Imam Hasan (P), ellos estaban desanimados y habían perdido su moral, y la mayoría de ellos a excepción de los pocos shiítas verdaderos, preferían alejarse del conflicto y aceptar la situación actual. Es por ello, que sólo pocas personas respondieron a la invitación de Huyr Ibn Uday y Qeis Ibn Saad a reunirse en el campamento del ejército.
[29]
El Imam Hasan (P) dijo a quienes le habían jurado lealtad: “Si están seguros de lo que dicen, nos vemos en el campamento de la ciudad de Mada’in; únanse a mí allá.” El Imam (P) partió hacia Mada’in y algunos de sus compañeros estaban junto a él; sin embargo, la mayoría lo desobedecieron y no cumplieron sus promesas; no lo alcanzaron en el campamento y traicionaron al Imam Hasan (P) así como habían traicionado anteriormente a su padre Alí (P). [30]
Reprochando a estos soldados, el Imam Hasan (P) dijo: “¡Que extraño es un pueblo que no tiene vergüenza ni un nivel de fe! Juro por Dios, que si dejo la gobernación para Mu’awiah, ustedes nunca tendrán bienestar en el gobierno de los Omeyas. Juro por Dios Glorificado Sea que ellos les maltratarán con los peores tormentos.” [31]
También, en otra declaración dijo el Imam Hasan (P): “Yo observé que la mayoría de ustedes se abstienen de participar en la batalla y no tienen ganas de luchar; por ello yo no los forzaré a hacer lo que no les gusta.”[32]
Amenaza de los Jariyitas
Ibn Arabi escribe: “Uno de los motivos del Imam Hasan (P) para aceptar el pacto de paz fue la amenaza de los Jariyitas; ya que el Imam (P) veía que ellos lo tenían rodeado y bien sabía que si continuase la guerra contra Mu’awia, los Jariyitas aprovecharían la oportunidad para conquistar los territorios islámicos, e igualmente si luchase contra los Jariyitas, Mu’awiah lograría dominar los territorios islámicos.”[33]
Ejército multifacético
Al respecto, Sheij al-Mufid menciona en su libro, al-Irshad: “Aquellos que acompañaban al Imam (P) eran de diferentes tipos; algunos de ellos eran de los shiítas del Imam Alí (P) y del Imam Hasan (P), otros eran los partidarios de los Jariyitas, un grupo de ellos acompañaban al Imam (P) sólo para obtener algún botín, y otro grupo unido al ejército por su fanatismo tribal, no por motivos religiosos.” [34]
El ejército compuesto de tales grupos se derrumbaría al enfrentar cualquier amenaza. Como repuesta a quien le protestó, el Imam Hasan (P) explicó de esta manera, algunos de sus motivos para aceptar el tratado de paz: “Cualquier persona que confíe en la gente de Iraq, sería vencida; ya que ninguno de ellos tienen intereses en común sobre deseos y pensamientos. Ellos no tienen poder de decisión sobre lo bueno ni sobre lo malo.”[35]
Por tal razón, el Imam Hasan (P) no tuvo más remedio que aceptar el tratado de paz. La mayoría de sus acompañantes no fueron fieles y algunos de ellos consideraban lícito derramar la sangre del Imam (P) e iban a entregarlo a Mu’awiah. Incluso, su primo cercano, Ubaidul-lah Ibn Abbas dejó de apoyar al Imam (P) y se unió al enemigo.[36]
El final del tratado de paz
Poco después de que el tratado fue establecido, Mu’awiah habló ante la gente en la Mezquita de Kufah y declaró que iba a romper cualquier compromiso pactado con Hasan (P). También, maldijo al Imam Alí (P) e insultó al Imam Hasan (P). Y es en este momento, cuando el Imam Hasan (P) se levantó y dio un sermón largo y elocuente.[37]
A pesar de que el Imam (P) había observado todos los asuntos del tratado, Mu’awiah rompió sus promesas y no cumplió las condiciones del mismo.
Según el primer párrafo del tratado, Mu'awiah debería haber actuado según el Libro de Dios y la tradición del Profeta (PBD), pero él no cumplió y puso varias innovaciones en la religión como:
- Realizar la oración del viernes el día miércoles,
- Permitir la usura,
- No ejecutar las leyes penales del Islam,
- Innovar el llamado del Azan para la oración de la fiesta (Salat al-‘Eid),
- Designar Azaque para los regalos,
- Fabricar narraciones y atribuirlas al Profeta (PBD), entre otros.
Mu’awiah rompió también la segunda condición del tratado al asignar a Yazid como su sucesor. [38]
Respecto a todas las condiciones del tratado, Mu’awiah actuó ejecutando lo contrario. Él que sabía que su gobernación está basada sobre el rencor hacia Alí (P) continuó maldiciendo al Imam (P). Sus ministros también insistían en ello e incluso consideraban la maledicencia a Alí (P) como una parte de la oración del viernes. Cualquier ministro de Mu’awiah que negaba insultar a Alí (P), se despedía de su posición. [39]
Aunque Mu'awiah había prometido garantizar la seguridad de los shiítas, envió una carta a sus ministros y gobernadores en territorios islámicos y les ordenó cortar la mensualidad de cualquier shiíta. En otra carta escribió para sus gobernadores encarcelar a los partidarios de Alí (P) y destruir sus casas. [40]
Mu'awiah intentó envenenar y asesinar al Imam Hasan (P) varias veces, pero no pudo lograrlo.[41] Finalmente, engañó a Ya’da, la esposa del Imam (P) por dinero y le dio varias promesas y entonces ella se encargó de envenenar al Imam y lo martirizó inocentemente.[42] Tras el martirio del Imam Hasan (P), todas las condiciones del tratado fueron violadas por Mu’awiah.
Véase también
Referencias
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- ↑ Ibíd.
- ↑ Ibíd.
- ↑ Ibíd. Págs. 158-159
- ↑ Ibíd. Pág. 159
- ↑ Shahidi, Tarij Tahlili Islam, pág. 159; Tabari, Tarij al-Rusul wal-Muluk, tomo 7, pág. 2
- ↑ Shahidi, Tarij Tahlili Islam, pág. 160
- ↑ Sharif Qarashi, Haiat al-Hasan, pág. 471
- ↑ Ibíd.
- ↑ Ibíd. pág. 160
- ↑ Shahidi, Tarij Tahlili Islam, pág. 160; Tabari, Tarij al-Rusul wal-Muluk, tomo 7, pág. 2
- ↑ Shahidi, Tarij Tahlili Islam, págs. 160-161
- ↑ Shahidi, Tarij Tahlili Islam, pág. 60; Tabari, Tarij al-Rusul wal-Muluk; Ibn Asir, Al-Kamil, tomo 3, pág. 405
- ↑ Shahidi, Tarij Tahlili Islam, pág. 161
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Bibliografía
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