Visitar las tumbas

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Visitar las tumbas es una de las tradiciones islámicas que consiste en presenciarse cerca de las tumbas de los creyentes para honrarlos y recitarles algunas suras del Corán. Según el Corán y los hadices, visitar las tumbas, especialmente las tumbas de los profetas y creyentes es un acto recomendable con muchas virtudes y recompensas. Visitar las tumbas es una tradición común entre los sunitas y shiítas, mientras tanto, los wahabíes lo consideran haram.

Todos los musulmanes, a excepción de los wahabíes, coinciden en que se recomienda visitar las tumbas de los creyentes antepasados; Sin embargo, algunas sectas sunitas sostienen que visitar las tumbas es abominable para las mujeres.

Visitar las tumbas de los creyentes fallecidos es recomendable en el Islam. Se ha recomendado que cuando una persona va al cementerio para visitar la tumba de otro creyente, ponga la mano sobre la tumba y recite la sura al-Fatiha, la Sura al-Ijlas y la Sura al-Qadr y que regale la recompensa de esta recitación al difunto. También es muy recomendable la recitación de la Sura Yasin para ellos.

Significado

Visitar las tumbas significa visitar las tumbas de los difuntos para rendirles homenaje y recitarles algunas suras del Corán. Visitar las tumbas de los profetas (P), Imames (P) y sus descendientes, así como los creyentes justos, va acompañado de rituales especiales como recitar los textos de Ziyarat, Tawassul, y Tabarruk. [1] Visitar y respetar las tumbas de los antepasados tiene una larga historia en todas las naciones y religiones, y la gente del mundo siempre ha honrado y visitado las tumbas de sus muertos desde el pasado.[2] Según Ya’far Sobhani, visitar la tumba del Profeta (PBD), su familia y las tumbas de los creyentes es una de las tradiciones importantes de la cultura islámica.[3]

Zia al-Din Maqdisi, un clérigo e historiador de la escuela Hanbal, refiriéndose a algunas narraciones, ha afirmado que los musulmanes visitaban las tumbas de sus antepasados en todas las épocas y recitaban el Corán para sus muertos. Él considera que esta tradición ha sido común entre todas las escuelas islámicas y nadie la ha negado.[4] Visitar las tumbas de los creyentes antepasados los días jueves y viernes es una tradición habitual en algunos países islámicos como Irán. Este acto generalmente va acompañado con los siguientes rituales:

  • Recitar la Sura Fatiha,
  • Leer el Corán,
  • Lavar las lápidas,
  • Prender velas,
  • Colocar flores en las tumbas,
  • Repartir dulces y comida
  • Dar limosnas
  • Realizar ofrendas

Las recompensas de los actos antes mencionados se les regalan a los espíritus de los antepasados.

Virtudes y recompensas

El pueblo iraní visitando las tumbas de sus cercanos en el último jueves del año solar

Según los versículos coránicos y los hadices, los eruditos musulmanes han considerado la visita a las tumbas, especialmente las tumbas de los profetas e Imames (P), como un acto recomendable que tiene muchas virtudes y recompensas.[5] Algunos de los efectos y virtudes de este acto son los siguientes:

  • Recordar la muerte y el más allá,[6]
  • La cercanía a Dios,[7]
  • La compasión y la ternura de los corazones,[8]
  • Al visitar las tumbas, el peregrino puede recordar la brevedad de la vida y este recordatorio puede llevarlo a observar los códigos morales.
  • Los creyentes sepultados en las tumbas también se benefician de las súplicas que los peregrinos hacen por ellos.[9]

En una narración del Imam Sadiq (P) se dice:

“Visiten las tumbas de hombres y mujeres creyentes; Porque están acostumbrados a ustedes y si se alejan de ellos, entrarán en pánico.”[10]

Además, en otra narración, se menciona:

“Debéis visitar las tumbas de vuestros antepasados, ya que ellos estarán contentos con vuestra visita, y que cada uno de vosotros debería pedir por sus necesidades en las tumbas de sus padres después de orar por ellos.”[11]

En el libro de Kamil al-Ziyarat se ha narrado un hadiz del Imam Musa al-Kazim (la paz sea con él) quien dijo:

“Quien no pueda visitarnos, puede visitar a los creyentes justos de nuestros amigos y de esta manera, tendrá la recompensa de nuestra peregrinación. Igualmente quien no puede estar a nuestro servicio, debe hacer el bien a los creyentes justos entre nuestros amigos y de esta manera le será registrada la recompensa de servirnos a nosotros (los Imames).”[12]

Uno de los compañeros del Imam Rida (P) llamado Muhammad Ibn Ahmad Ibn Yahya Ash'ari narra que el Imam (P) dijo:

“Quien va a la tumba de su hermano creyente y coloca su mano sobre la tumba y recita siete veces la Sura al-Qadr, el Día del Juicio, que es el día de gran temor), estará a salvo.”[13]

Según algunos hadices el difunto que está en la tumba también tendrá la misma recompensa.[14]

Según algunas narraciones, al recitar algunas súplicas y oraciones, muchos pecados del peregrino y de sus padres serán perdonados, y también el castigo del Día del Juicio estará lejos del peregrino.[15]

Algunos hadices indican que la persona al visitar las tumbas de sus padres, puede compensar algunas de las negligencias y deficiencias que les había causado por no respetar sus derechos durante su vida.[16] Se ha dicho que si una persona tiene alguna petición o necesidad, puede visitar las tumbas de sus padres, entonces debe pedir perdón por sus padres y luego pedir a Dios por sus propias necesidades.[17]

Pruebas en el Corán y la Sunna

Los eruditos musulmanes se han referido a las siguientes evidencias para probar la legitimidad de visitar las tumbas, especialmente las tumbas del Profeta (PBD) y de los creyentes.

En el Corán, el versículo 84 de la Sura Tawba se refiere a la historia del Profeta (PBD) que prohibió rendir homenaje a los cadáveres de los hipócritas y orar por ellos y pararse junto a sus tumbas.[18] Según los comentaristas, esta prohibición de orar sobre los cadáveres de los hipócritas y permanecer junto a sus tumbas indica que permanecer junto a las tumbas de los creyentes y orar por ellos es un acto recomendable.[19]

La Sunna del Profeta (PBD): Visitar las tumbas ha sido una práctica legítima y común desde el comienzo del Islam. Según Ibn Shubba en su libro Tarij al-Madinah al-Munawarah, cuando el Profeta (PBD) regresó de la conquista de La Meca, visitó la tumba de su madre Amina y dijo:

"Esta es la tumba de mi madre. Yo Le pedí a Dios que me diera la oportunidad de visitarla y Él me lo permitió".[20]

También se informa que el Profeta (PBD) solía visitar las tumbas de los mártires de la guerra de Uhud[21] y visitaba las tumbas de los creyentes en el cementerio de Baqi’.[22]

Conducta de los Imames Infalibles (P): En las fuentes históricas, hay muchos informes sobre la vida práctica de los Imames (P) al visitar las tumbas.[23]

La práctica de los Sahaba y Tabi’un: En las fuentes históricas, hay informes de visitas a tumbas por parte de algunos compañeros del Profeta (PBD) y sus seguidores, lo que indica la permisibilidad de visitar la tumbas en la escuela sunita.

El consenso de los eruditos: La legitimidad de visitar la tumba del Profeta (PBD) y las tumbas de los creyentes y los justos también es una cuestión de consenso entre los eruditos musulmanes.[28] Qazi Ayyad un clérigo sunita de la escuela Maliki, en un libro titulado Al-Shifa, escribe que visitar la tumba del Profeta (PBD) es uno de los actos islámicos virtuosos y que todos los musulmanes han coincidido en su legitimidad.[29]

La conducta de los musulmanes: Desde la época del Profeta (PBD) los musulmanes visitaban las tumbas de los creyentes y oraban por ellos.[30] Abu Bakr Kashani, uno de los clérigos sunitas del siglo VI, citando este hadiz del Profeta (PBD),[31] dice que después de que el Profeta (PBD) dio permiso para visitar las tumbas, los musulmanes lo consideraron legítimo y desde entonces hasta hoy han tenido esta tradición.[32]

Rituales de visitar las tumbas

El Imam Sadiq (P) narró del Imam Alí (P) que dijo: “Visiten las tumbas de sus muertos; Porque se alegran por su visita, y es bueno que pidan sus necesidades a Dios cuando visitan las tumbas de sus padres y oren por ellos.”

Kulaini, al-Kafi, tomo 3, p. 230.
  • Según dos narraciones narradas por Abdul Rahman Ibn Abi Abdullah[33] y Muhammad Ibn Ahmad Ibn Yahya[34], es recomendable que el peregrino se oriente a la Qibla y coloque su mano sobre la tumba.
  • Es recomendable recitar siete veces la Sura al-Qadr. En algunos hadices también se menciona que es recomendable recitar la Sura al-Fatiha, y si el peregrino tiene tiempo, es mejor que recite también otras suras del Corán como la Sura al-Mulk y la Sura al-Waqi’a para alegrar el alma del difunto.
  • Como fue narrado por el Imam Sadiq (la paz sea con él), es recomendable saludar a los difuntos de la siguiente manera en el momento de visitar sus tumbas:
اَلسَّلامُ عَلى اَهْلِ الدِّیارِ مِنَ الْمُؤْمِنینَ وَالْمُسْلِمینَ، أنْتُمْ لَنا فَرَطٌ، وَنَحْنُ إن شآءَ اللهُ بِکُمْ لاحِقُونَ
“La paz sea con el pueblo de la tierra. Ustedes estuvieron entre los creyentes y musulmanes, fueron nuestros pioneros (en este camino) y nosotros nos uniremos a ustedes, si Dios quiere.”[35]
  • Según un hadiz del Imam Husain (la paz sea con él) quien entre a un cementerio y recite la siguiente súplica, Dios Todopoderoso le escribirá la recompensa de buenas obras a la medida del número de Sus criaturas, desde el momento de la creación de Adán hasta el Día de la Resurrección:
اَللّهُمَّ رَبَّ هذه الأرْواحِ الْفانِیَةِ، وَالاْجْسادِ الْبالِیَةِ، وَالْعِظـامِ النَّخِرَةِ الَّتى خَرَجَتْ مِنَ الدُّنْیا وَهِىَ بِکَ مُؤْمِنَةٌ، اَدْخِلْ عَلَیْهِمْ رَوْحاً مِنْکَ، وَسَـلامـاً مِنّى
“Oh Dios, Señor de estas almas mortales y cuerpos podridos y huesos destrozados que han abandonado el mundo creyendo en Ti, (por favor) envíales misericordia (y perdón) de Tu parte y un saludo de mi parte.”[36]
  • Se ha narrado que el Comandante de los Creyentes (el Imam 'Ali) dijo que si alguien entra al cementerio y recite la siguiente súplica, Dios le escribirá una gran recompensa para él y para sus padres:
بِسْمِ اللهِ الرَّحْمنِ الرَّحیمِ، اَلسَّلامُ عَلى اَهْلِ لا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ، مِنْ اَهْلِ لا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ، یا اَهْلَ لا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ، بِحَقِّ لا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ، کَیْفَ وَجَدْتُمْ قَوْلَ لا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ، مِنْ لا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ، یا لا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ، بِحَقِّ لا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ، اِغْفِرْ لِمَنْ قالَ لا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ، وَاحْشُرْنا فى زُمْرَةِ مَنْ قالَ لا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ، مُحَمَّدٌ رَسُولُ اللهِ، عَلِىٌّ وَلِىُّ اللهِ
En nombre de Allah, el compasivo, el Misericordioso, saludos al pueblo de la palabra de "No hay más Dios que Allah" de parte del pueblo de la palabra “No hay más Dios que Allah”. Oh pueblo de "No hay más Dios que Allah ", ¿cómo encontraron el derecho de decir esta santa palabra de "No hay más Dios que Allah" por "No hay más dios que Allah"? Oh "No hay más Dios que Allah" Te pido por la santa palabra "No hay más Dios que Allah", que perdones a cualquiera que diga "No hay más Dios que Allah" y reúnenos con aquellos que dicen “No hay más Dios que Allah, Muhammad es el Mensajero de Dios, Ali es el Wali de Dios.”[37]
  • Visitar las tumbas de los creyentes los días jueves tiene un mérito especial. Según algunas narraciones, el mejor momento para visitar las tumbas es la hora antes de la salida del sol.[38]
  • Muhammad Ibn Muslim narra: fuí ante el Imam Sadiq (la paz sea con él) y le pregunté si era recomendable visitar las tumbas de los difuntos. El Imam (P) me dijo que sí. Le dije: ¿Acaso ellos entienden que hemos ido a visitarlos? Él dijo:“¡Sí! Juro por Dios que entenderán, serán felices y se llevarán bien con ustedes.” Pregunté: “¿Qué debemos decir cuando vayamos a visitarlos?” Él dijo: Di:
“Oh Dios, aparta la tierra de presionar sus costados, eleva sus espíritus hacia Ti y dales de Tu complacencia y alíviales la dificultad de la soledad mediante Tu misericordia. Convierte su miedo en paz y tranquilidad, ya que en verdad Tú eres capaz de todo.”[39]
  • Safwan Yammal narra del Imam Sadiq (la paz sea con él) quien dijo: El Mensajero de Dios, todos los jueves por la noche iba al cementerio de Baqi’ junto con un grupo de sus compañeros. Entonces se dirigía a las tumbas y decía tres veces, "La paz sea con vosotros la gente de las moradas (de tierra)" y luego decía tres veces: "Que Dios tenga misericordia de vosotros".[40]
  • Se menciona en los hadices que si una persona recita la Sura al-Ijlas once veces para las tumbas de los creyentes en un cementerio, Dios le dará recompensa al peregrino a la medida de los muertos enterrados allí.[41]
  • Es recomendable recitar la Sura Yasin para los difuntos, ya que la recitación de esta Sura causará alivio a la gente de las tumbas y, además, Dios le dará recompensa al recitador a la medida de los muertos enterrados allí.[42]

Los eruditos musulmanes, considerando la Sunna del Profeta (PBD) y los hadices de los Imames infalibles (P), han recomendado los siguientes protocolos para visitar las tumbas:

Desde el punto de vista de los sunitas

Artículo principal: Sunismo

No hay diferencia de opinión entre los eruditos musulmanes con respecto a la permisibilidad y las virtudes de visitar las tumbas de los creyentes; Sin embargo, algunas sectas sunitas sostienen que visitar las tumbas es abominable para las mujeres y no permiten a las mujeres entrar a los cementerios.[50] Es de hacer notar que muchas escuelas sunitas han considerado recomendado visitar las tumbas y los cementerios de los musulmanes, tanto para mujeres como para hombres.[51]

De acuerdo con la fatwa emitida por el "Dar al-Ifta" de Egipto, se recomienda visitar las tumbas tanto para mujeres como para hombres.

El punto de vista de los wahabíes

Artículo principal: Wahabismo

Muhammad Ibn Abd al-Wahhab y, después de él, los wahabíes consideran que está prohibido para las mujeres visitar las tumbas.[52]

Ibn Taymiyyah y los wahabíes consideraron haram viajar con el propósito de visitar tumbas, incluso visitar la tumba del Profeta (PBD). Ellos consideran este acto como una Bid’a y un acto de politeísmo.[53] Según ellos, no está permitido viajar para visitar ningún santuario a excepción de las tres mezquitas de Masyid al-Haram, Masyid al-Aqsa y Masyid al-Nabi.[54]

Los eruditos musulmanes, ya sean shiítas o sunitas, han criticado este punto de vista. La mayoría de los eruditos sunitas como Nawawi[55] Ibn Hayar Asqalani,[56] Qazali,[57] Mul-la Ali Qari Hanafi,[58] Shams al-Din Zahabi,[59] Yasas,[60] Faqih Hanafi,[61] Zarqani al-Maliki,[62] Ibn Qudama Hanbali[63] y algunos otros creen que no existe ninguna prueba que indique la prohibición de visitar las tumbas, especialmente la tumba del Profeta (PBD), y que los hadices a los cuales se refieren los wahabíes solo expresan las virtudes de las tres mezquitas mencionadas.

Referencias

  1. ↑ Kayani Farid, “Ziyarat”, pág. 847.
  2. ↑ Makarem Shirazi, La Shia Responde, 1428 H, p.89.
  3. ↑ Sobhani, Manifiesto de las creencias de Imamiyya, 1376, pág. 256.
  4. ↑ Mubarakfouri, Tohfa Al-Ahuzi, 1410 H, vol.3, p.275.
  5. ↑ Sobhani, wahabismo, 1386, p.102.
  6. ↑ Muslim Neishaburi, Sahih Muslim, Dar Ihya Al-Turaz al-Arabi, vol. 2, pág. 671; Al-Darqutani, Sunan Al-Darqutani, 1424 H, Volumen 5, pág. 467.
  7. ↑ Sayyed Ibn Tavus, Farha Al-Qora, 1419 H, págs. 104-105; Al-lame Maylisi, Bihar al-Anwar, 1403 H, vol. 100, págs. 120-121.
  8. ↑ Motaqi Hindi, Kanz al-Ummal, 1401 H, vol. 15, pág.646.
  9. ↑ Abrahamoff, “Explicación filosófica de las visitas a las tumbas desde el punto de vista de Fajruddin Razi”, p.86.
  10. ↑ Kulaini, Al-Kafi, 1407 H, vol.3, p.228.
  11. ↑ Kulaini, Al-Kafi, 1407 H, vol.3, p.230.
  12. ↑ Ibn Quliwaih, Kamel al-Ziyarat, capítulo 105, página 319, hadiz 1.
  13. ↑ Ibn Quliwaih, Kamel al-Ziyarat, capítulo 105, página 319, hadiz 3.
  14. ↑ Ibn Quliwaih, Kamel al-Ziyarat, capítulo 105, página 319, Hadiz 12.
  15. ↑ Ibn Quliwaih, Kamel al-Ziyarat, capítulo 105, página 320, hadiz 4.
  16. ↑ Maylisi, Bihar al-Anwar, volumen 71, página 81, hadiz 85.
  17. ↑ Maylisi, Bihar al-Anwar, tomo 10, página 97.
  18. ↑ Tabatabai, Al-Mizan, 1363, vol.9, p.360; Sura Tawbah, versículo 84.
  19. ↑ Tabarsi, Mayma al-Bayan, 1415 H, vol.5, p.100; Tabatabai, Al-Mizan, 1363, vol.9, p.360.
  20. ↑ Ibn Shubba, Tarij al-Madinah al-Munawarah, 1410 H, vol.1, p.120.
  21. ↑ Samhoudi, Wafa al-Wafa, 1419 H, vol.3, p.112.
  22. ↑ Samhoudi, Wafa al-Wafa, 1419 H, vol.3, p.78.
  23. ↑ Farmanian, Sadaqat, “Peregrinación a las tumbas y razones de su legitimidad desde el punto de vista de los eruditos shiítas”, pág. 151.
  24. ↑ Hakim Neishaburi, al-Mustadrak Ala al-Sahihain, 1411 H, vol.1, p.533.
  25. ↑ Hurr Ameli, Wasal al-Shia, 1416 H, vol. 14, pág. 408.
  26. ↑ Ibn Qulawiyya, Kamil al-Ziyarat, Maktaba al-Saduq, págs. 36-37.
  27. ↑ Por ejemplo, véase Kulaini, Al-Kafi, 1407 H, vol. 4, pág. 579; Hurr Ameli, Wasal al-Shia, 1416 H, vol 14, págs. 319-600.
  28. ↑ Taqi al-Din Sabaki, Shafa al-Suqam, 1419 H, pág. 184; Mubarakfouri, Tohfa Al-Ahuzi, 1410 H, vol.3, p.275.
  29. ↑ Ayyad, al-Shifa, 1407 H, vol.2, p.194.
  30. ↑ Zareii Sabzevari, Peregrinación a los ojos de la Sharia, Mashaar, p. 21.
  31. ↑ Musulmán, Sahih Muslim, Dar Ihya Al-Turaz al-Arabi, vol. 2, pág. 672.
  32. ↑ Kashani, Bada’e al-Sana’e, 1424 H, vol.1, p.320.
  33. ↑ Ibn Quliwaih, Kamel al-Ziyarat, capítulo 105, página 320, hadiz 5.
  34. ↑ Ibn Quliwaih, Kamel al-Ziyarat, capítulo 105, página 320, Hadiz 4.
  35. ↑ Ibn Quliwaih, Kamel al-Ziyarat, capítulo 105, página 320, Hadiz 9.
  36. ↑ Maylisi, Bihar al-Anwar, volumen 99, página 300, hadiz 31.
  37. ↑ Maylisi, Bihar al-Anwar, volumen 99, página 301, hadiz 31.
  38. ↑ Qutb Rawandi, Da’awat, página 277, hadiz 801.
  39. ↑ Sheij Saduq, Man la Yahzuruhu al-Faqih, volumen 1, página 180, hadiz 540.
  40. ↑ Ibn Quliwaih, Kamel al-Ziyarat, capítulo 105, página 320, hadiz 6.
  41. ↑ Sha’iri, Yame’ Al-Ajbar, página 168.
  42. ↑ Maylisi, Bihar al-Anwar, volumen 99, página 301, hadiz 33.
  43. ↑ Nayafi, Yawahir al Kalam, 1362, vol.4, p.321.
  44. ↑ Shahid I, al-Mazar, 1410 H, pág. 221; Nayafi, Yawahir al Kalam, 1362, vol.4, págs. 322-319.
  45. ↑ Shahid I, al-Mazar, 1410 H, pág.221; Nayafi, Yawahir al Kalam, 1362, vol.4, p.322.
  46. ↑ Ibn Abi Ya’ali, Tabaqat al-Hanabila, Dar al-Marafah, vol. 1, pág. 264.
  47. ↑ Ibn Abi Ya’ali, Tabaqat al-Hanabila, Dar al-Marafah, vol. 1, pág. 264.
  48. ↑ Sheij Tusi, Tahzib al-Ahkam, 1364, vol. 1, pág. 320; Nayafi, Yawahir al Kalam, 1362, vol.4, págs. 316-318.
  49. ↑ Nayafi, Yawahir al Kalam, 1362, vol.4, p.323.
  50. ↑ Taqi al-Din Sabaki, Shafa al-Suqam, 1419 H, pág. 186.
  51. ↑ Por ejemplo, véase Sharanbilali, Maraqi al-Falah, 1425 H, págs. 228-229.
  52. ↑ Tirmidhi, Sunan al-Tirmidhi, 1395 H, vol.3, p.362.
  53. ↑ Por ejemplo, véase Ibn Taymiyyah, Minhay Sunnah, 1406 H, vol.2, p.440; Ibn Baz, Fatawa Nur Ala al-Darb, Fundación Al-Sheij Ibn Baz Al-Jairiya, pág. 243.
  54. ↑ Ibn Taymiyyah, Minhay Sunnah, 1406 H, vol.2, p.440; Ibn Baz, Fatawa Nur Ala al-Darb, Fundación Al-Sheij Ibn Baz Al-Jairiya, pág. 243.
  55. ↑ Nawawi, Sahih Muslim con el comentario del Sheij al-Nawawi, 1392 H, vol.9, págs. 167-168.
  56. ↑ Ibn Hayar Asqlani, Fath al-Bari, 1379 H, vol.3, p.65.
  57. ↑ Qazali, Ihya Ulum al-Din, Dar al-Marafah, vol. 1, p. 244.
  58. ↑ Heravi al-Qari, Marqat al-Mafatih, 1422 H, vol.2, p.589.
  59. ↑ Dhahabi, Siar A’lamal-Nubala, 1414 H, vol.9, p.368.
  60. ↑ Yassas, Reglas del Corán, 1300 H, vol.1, p.295.
  61. ↑ Ibn ‘Abidin, Rad al-Mujtar, 1412 H, vol.2, p.627.
  62. ↑ Zarqani, Sharh al-Zarqani, 1424 H, vol.1, págs. 396-397.
  63. ↑ Ibn Qudama, al-Muqani, 1388 H, vol.2, p.195.

Bibliografía

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