Cambio de la Qibla

De wikishia
Mezquita de al-Aqsa y Kaaba

El cambio de la Qibla es uno de los acontecimientos que tuvieron lugar después de la emigración del Profeta (PBD) a Medina en el que se cambió la Qibla de los musulmanes de la Mezquita de al-Aqsa a la Kaaba. Este acontecimiento ocurrió después de la revelación del versículo 144 de la Sura Al-Baqara.

Según los historiadores, este evento tuvo lugar cuando el Mensajero de Dios (PBD) estaba realizando la oración del mediodía en una mezquita de Medina, que tras el cambio de Qibla llegó a ser conocida como la mezquita de Zu-Qiblatain (la Mezquita de dos Qiblas).

La primera Qibla de los musulmanes

Según fuentes islámicas, el Profeta del Islam (PBD), durante su estancia en La Meca y algún tiempo después de la emigración, por la orden de Dios rezaba hacia la dirección de Mezquita al-Aqsa (en Jerusalén). Cuando los judíos revelaron su enemistad hacia los musulmanes, utilizaron este hecho como un pretexto para criticar y propagar en contra del Profeta (PBD), y dijeron: “Él no tiene independencia en su religión y reza hacia nuestra Qibla”.[1]

El Profeta del Islam (PBD) estaba molesto por esta situación y se encontraba en una situación difícil. Miraba al cielo por la noche, esperando la revelación de una nueva orden divina, para poner fin a la propaganda judía. Dios lo complació con la revelación del versículo de la Qibla y ordenó a los musulmanes cambiar la Qibla hacia la Kaaba.

Aleya de la Qibla

El versículo 144 de la Sura Al-Baqara habla del mandato de Dios para el cambio de la Qibla y se conoce como la Aleya de la Qibla.[2] En esta aleya, Dios le dice al Profeta (PBD):

Ciertamente, te vemos (Oh Profeta) volver tu rostro hacia el Cielo (esperando la orden de Dios) así que te volveremos hacia una Qibla que te satisfaga. Por lo tanto, (para realizar la Oración) vuelve tu rostro hacia el Masyid al-Haram (la Mezquita Sagrada de La Ka’ba), y donde quiera que estéis, volved vuestros rostros hacia ella. Ciertamente, aquellos a quienes les fue dado el Libro (celestial) saben que esto es la verdad procedente de su Señor. Y Dios no está descuidado de lo que hacen.”[3]

Los versículos 142,[4] 143[5] y 150[6] de la Sura Al-Baqara también han hablado del cambio de Qibla. Según los comentaristas los versículos 142 a 144 de la Sura Al-Baqara son las aleyas del cambio de Qibla.[7]

Antecedentes

Hay varias narraciones y opiniones sobre los antecedentes de la Qibla:

  • Según algunas narraciones, la Kaaba ha sido la Qibla de toda la gente desde la época del Profeta Adán (P).[8] El profeta Abraham (P) reconstruyó la Kaaba.[9] Luego, el profeta Moisés (P) estableció Bait al-Maqdis como la Qibla por orden de Dios para salvar a la Mezquita Al-Aqsa del politeísmo y la desviación.[10]
  • En algunas narraciones se afirma que la Qibla oficial de los musulmanes fue Bait al-Maqdis (en Jerusalén) hasta dos años después de la Hégira.[11] En ese momento, la Kaaba se había convertido en una casa de ídolos, y orar hacia ella se consideraba un tipo de respeto a los ídolos.[12]
  • Algunos han dicho: El Profeta (PBD) solía rezar hacia las dos Qiblas. Considerando la ubicación geográfica de La Meca y Jerusalén, le era posible pararse frente a Jerusalén de tal manera que la Kaaba estuviera entre él y Jerusalén, y si no era posible hacer esto, rezaba hacia la Mezquita de Al-Aqsa.[13] Después de la emigración, no fue posible rezar hacia las dos Qiblas debido a la ubicación geográfica de Medina y, por lo tanto, Jerusalén era la única Qibla del Profeta (PBD) y los musulmanes.[14]
  • Según algunas otras narraciones, los musulmanes en La Meca eran libres de orar en cualquier dirección, pero el Profeta (PBD) eligió Bait al-Maqdis como Qibla.[15]

Cómo se cambió la Qibla

Según los hadices, el día del cambio de Qibla, el Profeta (PBD) estaba realizando la oración del mediodía con los musulmanes en la mezquita de la tribu de Bani Salama, que más tarde pasó a ser conocida como la mezquita de Zu-Qiblatain (la Mezquita de dos Qiblas) durante el segundo ciclo de la oración, Gabriel descendió y anunció la orden de cambiar la Qibla desde Jerusalén hacia la Kaaba, y giró al Profeta (PBD) hacia la Kaaba y entonces él realizó los siguientes dos ciclos de la oración dirigiendose hacia la Kaaba.[16]

El cambio de Qibla, que aseguró la independencia de los musulmanes en este sentido, fue un evento intolerable para los judíos. Esta vez, ellos dijeron: “¿Por qué los musulmanes renunciaron a la Qibla que tenían durante tantos años?” Sin embargo, antes de que llegara el mandato del cambio de la Qibla, Dios le había advertido al Profeta (PBD) de las probables críticas de los judíos, diciendo:

Los necios de entre la gente dirán: «¿Qué les hizo (abandonar y) dar la espalda a la Qibla hacia la que se orientaban?» Di (Oh Profeta): «De Dios son el oriente y el occidente. Él guía a quien quiere al camino recto»”.[17]

Con esta respuesta, los judíos ya no tuvieron excusa para las propagandas negativas que realizaban en contra del Profeta (PBD), y con el cambio de la Qibla, se perdió el vínculo común entre los musulmanes y los judíos, y estos dos grupos se separaron, y cortaron sus relaciones. El Corán dijo acerca de ellos:

Y aún si presentas (oh Profeta) todos los signos (y evidencias) a aquellos (judíos y cristianos) a quienes les fue dado el Libro, no seguirán tu Qibla. Ni tú sigues su Qibla, ni unos ni otros seguirán la Qibla del otro. Y si siguieras sus deseos (y sus erróneas opiniones) después del conocimiento que te ha llegado, serías ciertamente de los transgresores.”[18]

El evento del cambio de la Qibla por orden de Dios, además de poner fin a las críticas de los judíos, también fue considerado una prueba para los creyentes, para que se aclarase hasta qué punto tenían fe y sinceridad y se sometían al mandato de Dios; como Él dice:

Y no habíamos designado la Qibla hacía la que te orientabas antes, sino para distinguir a quienes seguían al Mensajero de quienes volvieron atrás (hacia la era de Yahiliya). Y en verdad que esta (prueba) ha sido ardua excepto para aquellos a los que Dios ha guiado. Pues Dios no va a dejar que vuestra fe se pierda. Ciertamente Dios es Cariñoso y Compasivo con la humanidad.”[19]

En algunas narraciones, se dice sobre esta prueba, que entre la gente de La Meca la Kaaba era muy respetada. Sin embargo, durante la estancia del Profeta (PBD) en La Meca, Dios temporalmente designó Jerusalén como Qibla para que los creyentes sinceros y obedientes, quienes, en contra de su voluntad y simplemente siguiendo el mandato de Dios y del Profeta (PBD), rezaron hacia ella se distinguieran de las personas desobedientes. Pero en Medina, donde la mayoría de la gente estaba a favor de Jerusalén, Dios hizo de la Kaaba la Qibla para que estos dos grupos pudieran ser reconocidos unos de otros.[20]

Al-lame Tabatabai cree que según la mayoría de las fuentes, el evento del cambio de la Qibla ocurrió en el mes de Rayab en el segundo año de Hégira (diecisiete meses después de Hégira).[21]

Causas del cambio de Qibla

Los exégetas del Corán han enumerado las siguientes razones y sabidurías para cambiar la Qibla:

  • Durante los años de la presencia del Profeta (PBD) en La Meca, la Kaaba era el lugar donde se guardaban los ídolos de los politeístas. Por lo tanto, el Profeta (PBD) se orientaba temporalmente a Bait al-Maqdis con el mandato de Dios, y de esta manera, las filas de los musulmanes se separaron de los politeístas que adoraban a los ídolos en la Kaaba.[22]
  • Con el establecimiento del gobierno del Profeta (PBD) en Medina, la comunidad musulmana se estabilizó hasta cierto punto y sus filas se diferenciaron claramente de las demás. Por lo tanto, la Qibla de Jerusalén ya no era necesaria y el Profeta (PBD) exigió cambiarla. Además, la Kaaba era la casa del monoteísmo desde la antigüedad y los tiempos de los profetas anteriores.[23]
  • Después de la emigración del Profeta (PBD) a Medina, los judíos abusaron de la Qibla de Jerusalén y la introdujeron como un signo del defecto del Islam.[24] Según algunas narraciones, los judíos de Medina afirmaron que los musulmanes no tenían una Qibla y por eso rezaban hacia Jerusalén.[25] Después del cambio de Qibla de Jerusalén a la Kaaba, la hostilidad de los judíos aumentó y se perdió el denominador común entre el Islam y los judíos.
  • Una de las sabidurías de cambiar la Qibla ha sido examinar a los musulmanes[26]; Porque quienes eran verdaderos seguidores del mandato de Dios, aceptaron este cambio sin prejuicios y quejas; Pero aquellos que no tenían una fe pura y no habían llegado a la posición de sumisión, comenzaron a presentar excusas y argumentos junto con los judíos y les resultó muy difícil obedecer esta orden.[27]

Referencias

  1. Ver: Tabari, Yami al-Bayan, 1415 H, vol 1, página 400.
  2. Al-lame Maylisi, Bihar al-Anwar, 1403 H, vol.81, página 33; Tabatabaei, Al-Mizan, 1417 H, vol.1, página 325.
  3. Ver: Sura al-Baqara, 144.
  4. Sheij Tusi, al-Tibian, Beirut, vol. 2, páginas 3-4; Tabarsi, Mayma Al-Bayan, vol. 1, página 414.
  5. Fajr Razi, Al-Tafsir al-Kabir, 1413 H, vol.4, página 107.
  6. Tabatabai, Al-Mizan, 1417 H, vol.1, página 329.
  7. Tantawi, al-Wasit, 1412 H, vol 1, página 294.
  8. Kulaini, Al-Kafi, 1375 H, vol.4, página 199; Nahy al-Balaqa, editado por Sobhi Saleh, sermón 192.
  9. Qomi, Tafsir Qomi, vol.1, 1404 H, página 62.
  10. Ibn Jaldún, Historia de Ibn Jaldún, Volumen 1, 1391 H, página 483.
  11. Azraqi, Ajbar Makka, 1415 H, vol.2, página 31.
  12. Ver: Zamajshari, Al-Kashaf, 1415 H, vol.1, página 200.
  13. Ver: Ibn Kathir, al-Bidaya wa al-Nahaya, 1986, vol.3, página 253.
  14. Ver: Ibn Kathir, al-Bidaya wa al-Nahaya, 1986, vol.3, página 253; Ibn Sayyid al-Nas, Uyun al-Athar, 1414 H, vol.1, página 268.
  15. Sheij Tusi, al-Tibian, Beirut, vol. 1, página 424; Tabarsi, Mayma Al Bayan, vol. 2, página 6.
  16. Ibn Saad, Tabaqat al-Kubra, 1418 H, vol.1, página 186; Sheij Saduq, Man La Yahzuruhu Al-Faqih, 1404 H, Volumen 1, página 275.
  17. Ver: Sura al-Baqara, 142.
  18. Ver: Sura al-Baqara, 145.
  19. Ver: Sura al-Baqara, 143.
  20. Véase: Tabatabai, Al-Mizan, vol. 1, pág. 333.
  21. Tabatabai, traducción de Tafsir al-Mizan, 1374, vol 1, página 497.
  22. Zamajshari, Al-Kashaf, 1415 H, vol.1, página 200.
  23. Sheij Tusi, al-Tibian, Beirut, vol. 2, página 5; Abolfatuh Razi, Rouz al-Yanan, 1375, vol.2, página 203; Tabarsi, Mayma Al Bayan, vol.1, páginas 412-414.
  24. Tabarsi, Mayma al-Bayan, vol. 1, página 420; Zamajshari, Al-Kashaf, 1415 H, vol.1, página 203.
  25. Tabari, Yami al-Bayan, 1415 H, vol.1, página 400.
  26. Zamajshari, Al-Kashaf, 1415 H, vol.1, página 200.
  27. Tabari, Yami al-Bayan, 1415 H, vol.2, página 8.

Bibliografía

  • Al-Azraqi, Muhammad Ibn Abdullah Ibn Ahmad, Ajbar Makkah, por Rushdi al-Saleh, Makkah, Escuela Al-Thaqafa, 1415 H.
  • Al-lame Maylisi, Muhammad Baqir, Bihar al-Anwar, Beirut, Dar Ihya al-Turaz al-Arabi, 1403 H.
  • Fajr Razi, al-Tafsir al-Kabir, Qom, Daoftar Tabliqat, 1413 H.
  • Ibn Hisham, Al-Sira al-Nabawiya, por los esfuerzos de al-Saqqah y otros, Beirut, Dar al-Marifah.
  • Ibn Jaldoun, Historia de Ibn Jaldoun, Beirut, Dar Ihya Al-Turaz Al-Arabi, 1391 H.
  • Ibn Kathir, Al-Bidaya wa Al-Nahaya, Beirut, Dar al-Fikr, 1986.
  • Ibn Saad, Tabaqat al-Kubra, por Muhammad Abd al-Qadir, Beirut, Dar al-Kitab al-Alamiya, 1418 H.
  • Ibn Sayyid al-Nas, Uyun al-Athar fi Funun Al-Maqazi wa Al-Shamail wa Al-Siar, Investigación de Ibrahim Muhammad Ramadan, Beirut, Dar al-Qalam, 1414 H.
  • Kulaini, Muhammad Ibn Yaqub, Al-Kafi, por los esfuerzos de Qafari, Teherán, Dar al-Kitab al-Islamiya, 1375 s.
  • Nahy al-Balaqeh, editado por Sobhi Saleh, Teherán, 1415 H.
  • Qomi, Ali Ibn Ibrahim, Tafsir Qomi, por Al-Aljaziri, Qom, Dar al-Kitab, 1404 H.
  • Sheij Saduq, Muhammad Ibn Ali Ibn Babuyeh, Man la Yahzuruhu al-Faqih, por los esfuerzos de Qafari, Qom, publicación islámiya, 1404 H.
  • Sheij Tusi, Muhammad Ibn Hassan, al-Tibian, por el esfuerzo de Al-Aamili, Beirut, Dar Ihya Al-Turaz Al-Arabi.
  • Tabari, Muhammad Ibn Jarir, Yami al-Bayan fi Tafsir al-Qur'an, con los esfuerzos de Sedqi Yamil, Beirut, Dar al-Fikr, 1415 H.
  • Tabarsi, Fazl Ibn Hasan, Mayma al-Bayan fi Tafsir al-Qur'an, por los esfuerzos de un grupo de eruditos, Beirut, Al-Alami, 1415 H.
  • Tabarsi, Fazl Ibn Hassan, Mayma al-Bayan fi Tafsir al-Qur'an, Teherán, Nasser Josro, 1372 s.
  • Tabatabaei, Seyyed Mohammad Hossein, Al-Mizan fi Tafsir al-Qur'an, Qom: Publicaciones islámiya, 1417 H.
  • Tabatabai, Seyyed Mohammad Hossein, traducción persa de Tafsir al-Mizan, traducción de Seyyed Mohammad Baqer Mousavi Hamdani, Qom: Oficina de Publicaciones islámiya, 1374 s.
  • Tantawi, Muhammad Seyyed, al-Tafsir al-Wasit para el Sagrado Corán, El Cairo, Dar al-Maarif, 1412 H.
  • Ya’qubi, Ahmed Ibn Yaqub, Tarij Al-Ya’qubi, Beirut, Dar Sadir, 1415 H.
  • Zamajshari, Yaral-lah, Al-Kashaf, Qom, Balaqat, 1415 H.