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Púlpito del Profeta (PB)

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El púlpito del Profeta (PB) era una estructura de madera situada en la Mezquita del Profeta en Medina (al-Masyid an-Nabawī), desde donde solía dirigirse a los creyentes durante los últimos años de su vida. El Mensajero de Dios (PB) lo describió como "una pequeña puerta del Paraíso", afirmando que sus pilares se encuentran en el Jardín Eterno. En otra narración, también lo asoció con el estanque de al-Kawzar, indicando que quienes realicen actos de adoración cerca de este lugar alcanzarán la saciedad espiritual de sus aguas en el Día del Juicio Final.

El púlpito del Profeta en la Mezquita del Profeta

Antes de la construcción del púlpito, el Profeta del Islam (PB) solía apoyarse en el tronco de una palmera dentro de la mezquita cuando pronunciaba sus sermones. Posteriormente, tras la propuesta de fabricar un púlpito de madera, el Profeta (B.P.D) consultó con los musulmanes, quienes acogieron favorablemente la sugerencia. Se han mencionado dos razones principales para la construcción de dicho púlpito: la primera, el cansancio del Profeta (PB) al dar sermones estando de pie y la segunda, el aumento de musulmanes y la expansión de la Mezquita del Profeta, lo que requería una plataforma más elevada desde la cual pudiera dirigirse a la congregación.

El púlpito original del Profeta Muhammad (PB) desapareció durante la época del gobierno abasí y fue dividido en pequeños fragmentos de madera como objeto de bendición. A lo largo de los siglos, se construyeron varios púlpitos y fueron colocados en el mismo lugar original, hasta que, en el año 998 del calendario lunar islámico, el sultán otomano mandó colocar un nuevo púlpito en el lugar exacto donde se encontraba el del Profeta (B.P.D).

Estatus y Virtud

Las tradiciones islámicas recogen declaraciones del Profeta Muhammad (B.P.D.) que otorgan al púlpito un estatus espiritual excepcional. El Mensajero de Dios lo describió como "una pequeña puerta del Paraíso",[1] afirmando específicamente que sus pilares descansan en el Jardín Eterno.[2] En otra narración igualmente significativa, el Profeta señaló que el espacio comprendido entre su casa y el púlpito constituye "un jardín de los jardines del Paraíso".[3] Esta narración ha sido interpretada de dos maneras: según una interpretación, la oración y el recuerdo de Dios (Zikr) en ese lugar generan un jardín celestial; mientras que otra opinión sostiene que el significado es literal,[4] es decir, que efectivamente existe un jardín del Paraíso entre el púlpito y la casa del Profeta.[5] Otra tradición profética establece que el púlpito se asienta sobre uno de los ríos celestiales del Paraíso.[6]

Según las fuentes chiíes, se recomienda realizar la oración junto al púlpito del Profeta,[7] tocarlo con la mano, el rostro y alabar a Dios y suplicar en su cercanía.[8]

Se ha narrado que cuando el púlpito del Profeta fue colocado en su lugar, el Mensajero de Dios (PB) subió a él, realizó dos ciclos de oración y se dirigió a la gente: “He hecho esto para que aprendáis cómo orar.”[9] Asimismo, el Profeta solía llevar a quienes debían jurar en asuntos legales junto a su púlpito, haciendo que prestaran juramento en ese lugar sagrado. Sobre esto, transmitió una grave advertencia: "Quien jure en falso junto a mi púlpito, su lugar estará en el Infierno".[10]

Apoyo en el tronco de la palmera

Antes de que se construyera el púlpito de madera, el Profeta del Islam (PB) tenía la costumbre de apoyarse en el tronco de una palmera que se encontraba dentro de la mezquita cuando pronunciaba sus sermones.[11] Esta práctica del Mensajero de Dios (PB.) está ampliamente documentada y cuenta con un sólido respaldo en las fuentes tradicionales islámicas, siendo mencionada en numerosas narraciones auténticas.[12] Cuando se construyó el púlpito y el Profeta (PB) dejó de apoyarse en el tronco de palmera, este comenzó a gemir, por lo que fue llamado "al-ḥanāna" (el pilar lloroso). (ḥanāna).[13]

El púlpito del Profeta en la Mezquita del Profeta

Algunas narraciones mencionan que, antes de la fabricación del púlpito de madera, ya se había construido para el Profeta un púlpito o plataforma hecha de barro.[14] También se relata que, como los recién llegados no podían reconocer fácilmente al Profeta, se construyó esta plataforma de barro para identificarlo claramente al entrar.[15]

La construcción del púlpito de madera

Se ha narrado que algunos de los compañeros del Profeta Muhammad (PB) le propusieron construir un púlpito para Él.[16] El Profeta consultó esta propuesta con los musulmanes, quienes la aceptaron favorablemente, dando su autorización para la realización del púlpito de madera.[17]

Se ha comentado que esta construcción tuvo lugar después del año 7 de la hégira,[18] ya que muchas narraciones mencionan que fue Tamīm ad-Dārī quien presentó la idea del púlpito al Profeta, y Tamīm llegó a Medina precisamente en ese año.[19] Sin embargo, otras fuentes sitúan la construcción del púlpito en el año 8 de la hégira.[20] Según algunos informes, fue una mujer de los Ansār quien propuso la idea.[21]

Sobre el constructor del púlpito existen diversas narraciones acerca de quién construyó el púlpito del Profeta (B.P.D.), mencionándose varios nombres • Tamīm Dārī • Bāqūl, esclavo de Saʿīd ibn ʿĀṣ • Kalāb o Ṣabāḥ, esclavo de ʿAbbās • Bāqūm, el mismo que supervisó la reconstrucción de la Kaʿba en época de los Quraish.[22]

Se han citado dos razones principales para la fabricación de un púlpito de madera para el Profeta:

  • Cansancio del Profeta: En sus últimos años, el Mensajero de Dios (PB) solía pronunciar sus sermones permaneciendo de pie durante largos periodos, lo que le causaba fatiga física. La construcción del púlpito le permitió sentarse mientras dirigía su palabra a los creyentes, aliviando así su esfuerzo.[23]
  • El crecimiento de la comunidad musulmana: Con la expansión de la Mezquita del Profeta y el aumento considerable de fieles - incluyendo numerosos grupos que acudían para escuchar sus enseñanzas y abrazar el Islam - se hizo necesaria una plataforma elevada que permitiera al Profeta (PB) ser visto y escuchado con claridad por toda la congregación.[24]

El púlpito del Profeta después de su época

Abu Bakr, durante su califato, se sentaba en el peldaño inmediatamente inferior al que ocupaba el Profeta (PB). El segundo califa también siguió este protocolo y se sentaba un peldaño más abajo que Abu Bakr.[25] Sin embargo, el tercer califa, en su primer sermón ocupó el mismo peldaño que había usado el Profeta (PB). Este acto causó tal conmoción entre los presentes que el califa, apenas pudo pronunciar unas pocas palabras antes de descender del púlpito, incapaz de completar su discurso.[26]

Según la narración del sabio chií Muhammad Baqir Maylisi, cuando el Imam Ali (P) asumió el califato, subió al púlpito y se sentó exactamente en el mismo lugar que ocupaba el Profeta (PB). Este acto provocó inmediatamente murmullos de entre los presentes. Al notar la reacción de la gente, el Imam Ali (P) preguntó la razón de su incomodidad. Le respondieron que se debía a que estaba sentado en el lugar reservado al Profeta (PB). Frente a esto, el Imam Ali (P) recordó las palabras del Mensajero de Dios (PB) que advertían: "Quien se siente en mi lugar sin actuar como yo, irá al Infierno". Sin embargo, el Imam afirmó con convicción que él seguiría fielmente su ejemplo del tanto en palabras como en acciones, justificando así su derecho a ocupar ese lugar sagrado.[27]

El púlpito original del Profeta se utilizó hasta el periodo del califato de Muawiya,[28] quien decidió trasladarlo a Damasco, aunque finalmente no tuvo éxito.[29] Este púlpito desapareció durante la época abasí, siendo dividido en pequeños fragmentos de madera que fueron distribuidos como reliquias benditas.[30] A lo largo de los años y siglos, se construyeron múltiples púlpitos que fueron colocados en el lugar original del púlpito del Profeta.Maqrizi, Imta' al-Asma', 1420 H, tomo 10, pág. 97. Ya'farian, Obras islámicas de La Meca y Medina, 1387 H, tomo 1, pág. 221. Finalmente, en el año 998 del calendario lunar islámico, el sultán Murad I, del Imperio Otomano, mandó colocar un nuevo púlpito en el sitio donde se encontraba el púlpito del Profeta.[31]

Referencias

  1. Kolani, Al-Kafi, 1407 H, tomo 4, pág. 553.
  2. Kolani, Al-Kafi, 1407 H, tomo 4, pág. 554.
  3. Kolani, Al-Kafi, 1407 H, tomo 4, pág. 554.
  4. Maylisi, Malaz al-Ajyar, 1406 H, tomo 9, pág. 20.
  5. Maylisi, Malaz al-Ajyar, 1406 H, tomo 9, pág. 20.
  6. Kolani, Al-Kafi, 1407 H, tomo 4, pág. 554.
  7. Maylisi, Bihar al-Anwar, 1403 H, tomo 96, pág. 334.
  8. Kolani, Al-Kafi, 1407 H, tomo 4, pág. 553.
  9. Beiyhaqi, Dalael al-Nabowah, 1405 H, tomo 2, pág. 554.
  10. Katib Waqidi, Al-Tabaqat al-Kobra, 1410 H, tomo1, pág. 192.
  11. Al-Ansari, la construcción y desarrollo de Al-Masyid al-Nabawi Al-Sharif a través de la historia, 1996, p. 76.
  12. Yafarian, Obras islámicas de La Meca y Medina, 2007, tomo1, pág.221.
  13. Qutbuddin Ravandi, Al-Jaraij y Al-Jaraih, 1409 H, tomo 1, pág.165.
  14. Vakil, Al-Masjid al-Nabawi Ibr al-Tarij, 1988, pág. 42.
  15. Vakil, Al-Masyid al-Nabawi Ibr al-Tarij, 1988, pág. 42.
  16. Katib Waqidi, Tabaqat al-Kabari, 1410 H, tomo 1, pág. 192.
  17. Katib Waqidi, Tabaqat al-Kabari, 1410 H, tomo 1, pág. 192.
  18. Vakil, Al-Masyid al-Nabawi Ibr al-Tarij, 1988, pág. 42.
  19. Vakil, Al-Masyid al-Nabawi Ibr al-Tarij, 1988, pág. 44.
  20. Magrizi, Imta’ al-Asma’, 1420 H, tomo10, p.95.
  21. Ibn al-Yawzi, Al-Muntazam, 1412 H, tomo 3, pág. 317.
  22. Vakil, Al-Masyid an-Nabawi, 1988 H, pág. 44.
  23. Katib Waqidi, Al-Tabaqat al-Kobra, 1410 H, tomo 1, pág. 192.
  24. Vakil, Al-Masyid an-Nabawi, 1988 H, pág. 41.
  25. Maqrizi, Imta’ al-Asma’, 1420 H, tomo 10, pág. 97.
  26. Ya'qubi, Tarij al-Ya'qubi, Beirut, tomo 2, pág. 162.
  27. Maylisi, Bihar al-Anwar, 1403 H, tomo 38, págs. 77-78.
  28. Ya'farian, Obras islámicas de La Meca y Medina, 1387 H, tomo 1, pág. 221.
  29. Tabari, Tarij al-Tabari, 1387 H, tomo 5, pág. 238.
  30. Maqrizi, Imta’ al-Asma’, 1420 H, tomo 10, pág. 97.
  31. Yafarian, Obras islámicas de La Meca y Medina, 2007, tomo1, pág.221.

Bibliografía

  • Ibn Yawzi, Abdul Rahman Ibn Ali, Al-Muntazam, investigado por Muhammad Abdul Qadir Ata y Mustafa Abdul Qadir Ata, Beirut, Dar al-Kutub al-Ilmiyah, primera edición, 1412 H.
  • Al-Ansari, Nayi Muhammad Hasan, Construcción y expansión de la Mezquita del Profeta a través de la historia, Medina,Nadi al-Madinah Al-Munawwarah Al-Adabi, 1996 d.C.
  • Beiyhaqi, Ahmad Ibn Husain, Dalael al-Nabowah, Beirut, Dar al-Kutub al-Ilmiyah, primera edición, 1405 H.
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  • Katib Waqidi, Muhammad Ibn Saad, Al-Tabaqat al-Kubra, investigado por Muhammad Abdul Qadir Ata, Beirut, Dar al-Kutub al-Ilmiyah, primera edición, 1410 H.
  • Kolayni, Muhammad Ibn Yaqub, Al-Kafi, investigado y corregido por Ali Akbar Ghaffari y Muhammad Ajundi, Teherán, Dar al-Kutub al-Islamiyah, cuarta edición, 1407 H.
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  • Maqrizi, Taqi al-Din, Imta al-Asma’ Bima al-Nabi, investigado por Muhammad Abdul Hamid Namisi, Beirut, Dar al-Kutb al-Ilmiyah, primera edición, 1420 H.
  • Vakil, Muhammad Seyyed, Al-Masyid an-Nabawi ibr al-Tarij, Yaddeh, Dar al-Moytama, 1988 d.C.
  • Yaqubi, Ahmad Ibn Abi Yaqubi, Tarij al-Yaqubi, Beirut, Dar Sader, primera edición, Sin fecha.